¡Mirá que nos llevó tiempo, eh!
Parece una tomada de pelo, pero tuvimos que perder cuatro clásicos (con
campeonato incluído) y hacer pasar tres técnicos para darnos cuenta de que
el partido se podía encarar de otra manera.
Con un plantel de
por sí pobre y encima diezmado, el panorama era negro a pesar del soleado
domingo. Sin embargo Newell's salió con el cuchillo entre los dientes, claramente
a hacer renegar al rival, y si no fuera por el mal momento de Maxi o la providencial
atajada de Caranta, bien podríamos habernos traído los tres puntos.
Ahora bien...
¿estoy contento con esto? Ni por asomo. El empate no se festeja, como quieren
instalar los primos (a los que les pesó depender de sí mismos para quedar prendidos);
pero hay que alegrarse de ver reacción en el equipo. Todos quisiéramos ver
a Newell's jugar como el Barcelona, pero a menos que Lionel se venga con
Iniesta y Rakitic, no hay chance. No tenemos el plantel para eso. Asimismo,
preocupa que Boyé, con tres o cuatro prácticas, haya sido figura y
demostrado más que muchos productos de las inferiores con su misma edad.
El último párrafo
lo quiero dedicar a la doble moral de muchos, tanto hinchas como periodistas.
Los mismos que decían que Newell's era predecible por insistir en el 4-3-3,
destrozaron el planteo del domingo. Y los que se indignan con el gesto de Bernardi, consideran
folclore a un DT y el capitán de su equipo haciendo gestos para la foto
en las redes, o se callan ante los insultos de un ex jugador, olímpico y mundialista.
Hay que sacarse las caretas...
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO LEPROSO- @Fran_Cinelli