La historia de siempre. Cada vez que se juega contra un equipo grande pasan estas cosas. Ya antes de comenzar el partido las cosas estaban claras. Por un lado, Boca venía puntero con un equipo muy superior, tanto por nombres como por juego. Por otro lado, estaba Argentinos, con muchos chicos y levantando tras una mala racha. De a poco vamos encontrando el juego. En el primer tiempo se vio un partido muy trabado, disputado y, si bien Boca estaba mejor posicionado, nosotros no estábamos mal. En este tipo de partidos, si te equivocas un poquito, ya perdés. Pero Argentinos no se había equivocado en nada. Estaba bien y tuvo sus chances. Pero todo se termina en un minuto. ¿Cómo? Primero la ayuda innecesaria del árbitro (y del línea) que anula un gol y trata a los jugadores de Argentinos, digamos, sin el mismo respeto que a los de Boca (el línea trató a Lenis -antes de la amarilla- de una manera que no trató a nadie). Después, el peso de Tévez en clavar un gol de la nada. Posterior, la expulsión de Lenis y partido casi terminado.
Ya con un clima extraño empieza el segundo tiempo. El 0-2 y al toque el 1-2, hizo que tuviéramos una luz de esperanza, hasta que llegó la patada de Tévez y terminó el partido. Desde ese momento ya nada importaba, ya no se sabía qué hacíamos en la cancha. El 1-3 fue decorativo.
Y no se puede hablar más de fútbol después de lo que pasó. Muchos tendrán su opinión, muchos dirán muchas boludeces, pero la realidad es que a un pibe lo quebraron y lo único que importa es su recuperación. Punto. Está mas que claro que todo el bullicio que se armó es porque involucra a Tévez y a Boca... sólo a unos pocos le interesa Ezequiel Ham, que es en donde hay que poner la vista. El resto todos lo sabemos... Siempre se va a favorecer al equipo grande y al jugador estrellla. En este caso, a Boca y a Tévez.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BICHO