Siempre me pregunté cuál es el atractivo del salto bungee. Asumo que la adrenalina de estar cayendo de una altura enorme a altísima velocidad, sabiendo que un elástico en última instancia te va a sostener, debe enloquecer a sus practicantes. Una vez que arribé a esa conclusión, mi mente febril saltó a otra: capaz por eso Newell’s anda como anda. A Lucas le gusta la adrenalina.
Aunque parezca una locura, es la explicación más lógica que encuentro. ¿Cómo se explica este andar desastroso del rojinegro, con un equipo directamente tirado en la cancha? Amén de bajos rendimientos, nada parece salir bien. No aparece la jerarquía de los referentes ni la tan mentada rebeldía de los jóvenes. Parece que el equipo da un salto bungee hacia el desastre, pero de lo que no se aviva nadie es que los primos están arriba del puente y a punto de darle un tijeretazo al elástico que nos mantiene fuera de peligro.
Para colmo de males, como si el desastre futbolístico no fuera suficiente, se le suma un cuerpo técnico que agarró un fierro caliente y se está quemando feo (todavía estoy tratando de entender en qué cabeza cabe que se lesione un delantero y el DT ponga un marcador central, con el partido empatado; sin incurrir en nombres propios), una dirigencia que se tambalea (y que va a tener que convocar elecciones, porque no creo que obre un milagro que los salve), una hinchada que no parece ver en grises (como siempre, hay gente que banca todo y gente que putea por todo) y los mismos hijos de puta de siempre, baleando la casa de la abuela de un ídolo. Cuánta razón tenía el maestro Galeano cuando escribió que "el ídolo es ídolo por un rato nomás, humana eternidad, cosa de nada; y cuando al pie de oro le llega la hora de la mala pata, la estrella ha concluido su viaje desde el fulgor hasta el apagón. […] A veces el ídolo no cae entero. Y a veces, cuando se rompe, la gente le devora los pedazos”. (Extraído de “El fútbol a sol y sombra”).
Siempre sacamos pecho y nos enorgullecemos de cómo se vive el fútbol en Rosario, de cómo hace cuarenta años que nadie viste las dos camisetas (ni siquiera alguien que vino de afuera, ni hablar de uno surgido en inferiores)… pero si las cosas siguen así, va a terminar siendo una pena que dejemos de ser pasionales para ser simplemente unos pelotudos.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO - @Fran_Cinelli
