Y sí. Ya
no tengo palabras para expresar este momento de Argentinos. Pienso,
busco, me exprimo la cabeza y no hay caso. No me sale ninguna palabra
que pueda manifestar lo que quiero expresar. Lo que pasó el sábado
pasado fue una catástrofe. Y no estoy exagerando. El partido se dio como
todos suponíamos que se iba a dar. Los primeros 75 minutos no
sorprendió a nadie. Argentinos volvió a ser ese equipo apático, que no
puede llegar ni a tres cuartos de cancha con la pelota dominada. Para
colmo, el gol de San Lorenzo a los 10 minutos y el posterior 2 a 0 hacía
que el partido fuese irremontable. Si estabas en la cancha, te dabas
cuenta por los comentarios y por las caras. Nadie tenía ganas de
alentar, sólo de manifestar su desagrado frente al equipo, al técnico y a
la dirigencia... los puteaban, hablando en criollo.
Pero
después de esos 75 minutos, un milagro apareció. De repente, a falta de 5 minutos, empatamos el partido... y estabamos para ganarlo. No se
cómo, no se lo que pasó, pero fue así. Algunos dirán que San Lorenzo se
tiró atrás. Puede ser, no lo sé. Pero la realidad es que faltando 5
minutos estábamos 2 a 2 después de un 0-2 y con el rival a punto de ser
noqueado. Tan solo 5 minutos duró esa ilusión. Minuto 45, penal y patea
Ortigoza. Listo. Otra derrota mas.
Jugamos muy mal y, encima, no tenemos ni un granito de nada... ¿Cómo se le dice a esto? No lo sé...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BICHO