Esta tendencia de recibir fanaticamente a los hijos pródigos de los clubes se inició allá por julio de 2015, cuando Carlos Tévez volvió a Boca para cumplir su sueño de ser presentado por Ari Paluch. La Bombonera reunió a 50.000 simpatizantes para aplaudir al autor de la “Gallinita”, quien un tiempo después, tras compartir un entrenamiento con el Burrito Martínez, decidió abandonar el deporte para ser la segunda guitarra de Daniel Osvaldo en la banda de rock “La Veintiséi”.
Un año más tarde, en 2016, Agüero regresó a Independiente y el recibimiento fue impresionante: un acústico de Los Leales de 5 horas 23 minutos, y una de las sueltas de sillas más grande de la historia, casi comparable con aquella inolvidable asamblea de Cantero. La prensa amarilla no tardó en decir que lo de Sergio Agüero no era amor a los colores, sino que le habían puesto guita gorda. El mismo futbolista tuvo que salir a desmentir que lo de la guita no era cierto, pero no aclaró nada sobre lo de “gorda”.
Por si fuera poco, al año siguiente retornó Gonzalo Higuaín a la institución de Núñez. En su recibimiento, el delantero decidió regalar pelotas firmadas. Pateó 50 penales en cada arco. Los hinchas deliraron con los esféricos recibidos, pero algo inesperado ocurrió en el penal número 78. Mientras la gente de la Centenario Baja se debatía sobre el sector de la tribuna en el que caería el siguiente penal, el Pipa se pasó de vueltas y el remate golpeó el ala de un avión -que recién despegaba de Aeroparque- y cayó sobre la autopista Lugones. El triste saldo fue un múltiple accidente automovilístico grado 8 en la escala Arturo Vidal.
El torneo argentino se fortalecía con próceres de otras épocas, y los dirigentes sentían la obligación de repatriar a sus referentes. En 2019, San Lorenzo contrató a Ángel Correa, procedente del Atlético Madrid. El recibimiento fue temático: se hizo una “fiesta a la veneciana”. La presentación se hizo alrededor de 100 góndolas, pero en vez de canales había changuitos. El presidente, Marcelo Tinelli, declaró que “había hecho una muy buena oferta”, que “es un jugador que te puede hacer el 2x1” y que “logramos comprarlo con descuento increíble, no acumulable con otras promociones”.
A principios de este año, las noticias más destacadas llegaron de Rosario. Por un lado, la esperadísima vuelta de Lionel Messi a Newell's. Después de los subcampeonatos en los Mundiales de Rusia y de Qatar, el crack decidió que era tiempo de volver a su ciudad natal. El evento de presentación del refuerzo leproso se trató de una “caminata” de 1 kilómetro por el Parque Independencia. En el clásico rival, Ángel Di María anunciaba su regreso, aunque su debut en Central se truncó: en la conferencia de prensa anunciaron que volvía para el tramo “final” de su carrera, y el eco de esa polémica palabra le generó un desgarro que lo alejó de las canchas para siempre.
Parece que las buenas noticias continuarán. Desde La Plata se filtró la información de que ya se está organizando un Tea & Meet para recibir al veterano Guido Carrillo, surgido de la cantera del club angloplatense; y en Córdoba esperan con ansiedad a Paulo Dybala: los dirigentes de Instituto planean recibirlo con un descenso al Torneo Argentino.
Desde este espacio celebramos el regreso de tamañas figuras, y deseamos que la vuelta de Gustavo Bou sea tan emotiva como tantas otras recepciones inolvidables, que a esta altura ya son un clásico de nuestro querido fútbol argentino.
EL ADELANTADO DEL TIEMPO
