La tendencias están en las redes sociales, y se miden por la cantidad de puteadas que le confieren a mi mamá, a mi hermana, a mi señora, a mi tía, a mi madrina de confirmación, incluso a mi primo tercero que vive en un pueblito cerca de Rosario. Es verdad que tenemos riesgo. Riesgo de no dirigir más. No puedo chocar de nuevo otra Ferrari, ni que fuera el boludo de Banega. El equipo genera menos confianza que los jefes de mesa de la provincia de Santa Fe. Llegamos a perder contra Uruguay y me voy a vivir a Venezuela, o a cualquier otra país de mierda donde no me conozca nadie.
Chiquito Romero: “El balance es positivo”.
El balance es totalmente negativo, ni cuando estaba en Racing vi un balance tan negativo. Me animo a decirte que ya estamos afuera de la Copa. Le regalamos un empate a un riojano que no sabe hablar y a su hijo, que conoce más de Twitter que de fútbol. ¡Martino puso a Tévez de volante central! Es un kamizake borracho. Me la quiero cortar con el juguetito de la Cajita Feliz. ¿Quién le enseñó a hacer los cambios? ¿Charlotte Caniggia? ¿La Niña Loly? Siempre lo mismo: en la previa parece que somos Disney, pero al final terminamos siendo la República de los Niños.
Neymar Jr.: “Ganar, lo importante”.
¿Jogo bonito? ¡De acá! ¿Alguien ganó un partidinho 3 rabonas a 1? Para lo único que sirven los lujos es para tener más sponsors, o para que los tres menottistas que quedan vivos la sigan mintiendo con “la nuestra”. La posta es hacer un gol mais que el rival. Entiendanme bien: ¡u-no! Yo te firmo el 1-0 y jogando como Chávez: colgado del travesaño. ¡Aguante Bilardo! ¡Que viva o bidón! Hay que pegar patadinhas y pisar a los rivales en el piso. El jogo bonito ya pasó de moda, como Xuxa y Eo Tchan. Lo único que no pasa de moda son los Garotos.
José Pekerman: “No hicimos lo nuestro”.
¡Claro que hicimos lo nuestro! Lo nuestro era venir a jugar este partido sin ganas, confiados en que íbamos a ganar sin mover el culo, seguros de que nos traíamos el triunfo aunque jugáramos sentados en el pasto. ¡Si jugar contra Venezuela despierta menos interés que un documental de cuatro horas sobre vasijas de barro! Todos hacen lo mismo, si los tres puntos contra este país están más asegurados que las piernas de Messi. Nosotros hicimos lo nuestro, venir a jugar sin ganas, como todos contra Venezuela. El problema es que ellos no hicieron lo suyo, que era perder solos, como les pasa siempre por horribles. Y bueno, esta vez nos cagaron. Como decía mi viejo: "A veces sos muy pajero, José".
Ricardo Gareca, DT de Perú: “Podemos dar más”.
Podemos dar más, claro. Podemos dar más ventajas aún en la última línea. Podemos dar más lástima en ataque. Podemos dar más muestras de que somos una banda y por eso compartimos camiseta con el descendido River. Los que no dan más son los jugadores: la noche de Temuco les está comiendo los viáticos y las piernas. Les gusta tanto la joda que Cacho Castaña al lado de ellos es el Padre Farinello. Eso sí: más de lo que dimos contra Brasil, es imposible. Casi les sacamos un empate, que con esta Selección de fiambres de morgue es casi un milagro, si el Papa fuera peruano me santifica.
