6 de mayo del 2022. Después de un partido muy disputado en la nueva cancha que San Lorenzo construyó en la aeroisla frente a Aeroparque, el Estadio Presidente Daniel Scioli, al que aún le faltan la mitad de los codos, Boca se impuso a River en la "Copa Rafael di Zeo" (ex Copa Argentina) por la mínima diferencia. El autor del gol, Cristian Pavón, obtuvo el premio tan preciado por todos los jugadores: la organización del torneo le obsequió una noche en un hotel alojamiento en las afueras de Rosario junto a Gerardo Rozín. El paquete incluía una cena para dos personas en el parrigato del hotel, dos batas de red, un calzón con trompa de elefante rosa, un pase libre a la ducha escocesa, y un bombón suizo para compartir con una sola cucharita.
Recordemos que las excentricidades en los premios a los goleadores vienen de larga data. En los años noventa se regalaban grandes sumas de dinero o rodados de alta gama. Sin embargo, allá por el 2015, se produjo un hecho bisagra: el mismo Cristian Pavón recibía un BMW a modo de préstamo durante 30 días, por haber abierto el marcador contra el rival de toda la vida.
Eso sería el preludio de una etapa de austeridad del fútbol argentino, que obviamente se trasladó a los premios. Un par de semanas después, Cavenaghi recibiría tres pares de medias de lana después de su hat-trick contra su rival de toda la vida: Gimnasia. Más tarde en un Huracán-San Lorenzo, el goleador Ortigoza recibió una cartuchera y un boligoma para guardar en la mochila que traía incorporada. Ese mismo año, en el clásico platense, a Facundo Oreja le regalaron una caja de hisopos por mantener el cero en el arco pincharrata.
En 2016 el cambio de gobierno generó expectativas. El novedoso torneo de 73 equipos impulsaba a “inventar” nuevos clásicos donde no los había. De esa forma, Nueva Chicago enfrentaba a Chacarita, televisado por TN. El jugador funebrero que marcó la conquista recibió de parte de la AFA un paquete de puntos que le habían sido quitados a Chicago. El técnico de Banfield, Ricardo Caruso Lombardi, le obsequió el 10% de su sueldo extra a la estrella Lautaro Furch por su actuación contra Lanús, lo que en rigor de verdad, fue una bonificación de su cometa.
Muy recordado también fue el duelo entre Boca y River por los 128vos de Final de la “Copa Argentina y alrededores”. El primer chico fue para el Millonario con un hat-trick de Maxi López. El jugador de River se rompió los cuernos, literalmente, y se llevó la pelota con dos pinchaduras. La revancha fue en la Boca. Ganó el local con un gol de Neri Cardozo, que le dedicó el triunfo “a ñodas ñas gañinas”, y la intérprete para sordos de La TV pública tuvo un ACV en ese mismo instante. Neri fue homenajeado con cinco sesiones de fonoaudiología gratis en el Instituto Marcelo Bonelli.
El año del mundial de Rusia fue temático, así que no se extrañó que el viril volante de Atlético Rafaela Adrián Bastía fuera premiado con un gorro cosaco, Poroto Cubero con un trineo y cuatro perros, Ricky Centurión con un AK-47, Discoteca Nuñez con un cajón de Smirnoff, Maxi Rodríguez con media tonelada de nieve siberiana, Gabriel Mercado con un collar de ámbar ruso, y el goleador xeneize Andrés Chávez con un juego de trabushkas.
Boca y River se volvieron a enfrentar el domingo pasado, después de tres largos años en los que el conjunto xeneize no participó de los torneos de AFA por estar quebrado, y en los que River disputó el Nacional B, divisional conformada por 176 equipos que disputan el Torneo “Lo Juegan Todos Menos Talleres de Córdoba”. Ambas instituciones, tal como lo marca su historia, regresaron a Primera por decreto. La ansiedad se había apoderado de toda la patria futbolera este fin de semana. Finalmente, Boca se quedó con la Copa Rafael Di Zeo, que lleva el nombre del ex Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires de la gestión Angelici, y el veterano Cristian Pavón obtuvo el premio mayor.
Desde este lugar, felicitamos al goleador del cotejo y le deseamos que pase una hermosa noche al abrigo del gran Gerardo Rozín. Lo tiene merecido.