Marcelo Gallardo: “Se viene una linda seguidilla para disfrutar”.
Se vienen dos semanas de mierda. La vamos a pasar como el ojete, vamos a sufrir como la putísima madre que lo parió. Cuando arranquemos esa seguidilla de tres clásicos, voy a estar con el colon irritable como nunca, la vamos a pasar peor que un adolescente en la casa del Bambino. ¿Disfrutar? La chota, disfrutar es tomar tequila en una pileta en Acapulco con dos pendejas tetonas que te hagan masajes. Jugar tres veces contra Boca en 10 días es más estresante que viajar por Germanwings.
Arruabarrena, sobre la serie con River: “Si no lucha Boca, lucharé yo para que sea el 6 y 13 como estaba pactado".
Si metés en una licuadora las neuronas de Vicky Xipolitakis, masa encefálica de Rocío Marengo, un toque de lóbulo temporal del Mago sin Dientes, y un hemisferio cerebral de Baby Echecopar, no hacés ni la mitad del retraso mental que tienen los dirigentes de este club. Son más pelotudos que un capítulo de Esperanza Mía. Si fuera por la astucia de Angelici, el gordo es capaz de permitir que River juegue la serie con 14 jugadores, que la recaudación de las entradas se la lleve toda D’Onofrio, que los partidos se jueguen los días que quieran las gallinas y que Nike nos obligue a vestirnos de rosa o verde flúor. Ah, eso ya lo hizo, cierto.
Lucas Albertengo: “Falta convertir”.
Falta convertir; falta un buen director técnico que arme un equipo en serio y no haga cambios estúpidos; faltan jugadores, porque tipos como Toledo, Cuesta y Riaño no califican como “jugadores”. También falta una hinchada, y falta un estadio terminado. Faltan dirigentes menos camioneros y faltan sillas ahí donde hacemos las asambleas generalmente. Tenemos más carencias que un hospital público de Zambia. ¡Falta todo, viejo!
Ricardo Zielinski: “Nos pone contento ver a la gente tan ilusionada”.
Nos cagamos de risa viendo a la gente tan ilusionada. No entiendo cómo no se dan cuenta que somos 11 burros colgados del travesaño y tenemos menos chances de salir campeones que Aldo Rico de ganar el Nobel de la paz. Si pudieran ver en la concentración a Chiqui Pérez bajarse 4 flanes o a Olave clavarse dos tubos de tinto por cena... se dejarían de joder con las ilusiones.
Chacho Coudet: “Hicimos un buen partido”.
Un buen partido es la nieta de Mirtha Legrand, que está re buena y encima cuando cobre la herencia va a cagar billetes. Un buen partido es el que suele tener el Barcelona cuando juega con el Getafe o el Almería. Un buen partido es cuando estás al pedo un domingo a la mañana y enganchás en ESPN un Federer-Nadal. Nosotros jugamos un partido de mierda, creo que si hubiese puesto en la cancha a los 11 viejos que juegan a las bochas en el Parque Urquiza habrían hecho un papel más digno.