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08 abril 2015

COUDET CHARLA CON DIOS


08 abril 2015

DIOS: Mirá esta mina... ¡Le pasó un camión por encima! Pobre Nancy Pazos... hace mucho que no la veía, pensé que me la había traído para acá. ¿Y ese ruido? ¿Qué pasó? Qué qué qué nah nah nah... Me cambiaron el ringtone por la cortina del programa de Olmedo... este Negro se la pasa jodiendo, no tiene remedio. Hola... ¡Hola!

COUDET: ¿Hola, Señor?

DIOS: Sí, bien Señor... ¡Bien machito! ¿O tengo voz de mina?

COUDET: Disculpe que lo moleste, me pasó su celular Di María.

DIOS: ¿El celular de María? ¿Mi nuera?

COUDET: No, Señor. Ángel Di María, el rosarino que ahora juega en el Manchester United.

DIOS: Ah, sí, flor de favor le hice cuando lo transformé en futbolista. Con esa jeta hubiese terminado virgen y laburando de delivery de paco en Rosario. ¿Pero quién habla ahí?

COUDET: Soy el Chacho, Señor.

DIOS: ¡Chacho querido! Si no era por Cobos, quedabas en la historia como el vicepresidente argentino más botón y traidor. ¿Cómo andás tanto tiempo?

COUDET: No soy Álvarez. Mi apellido es Coudet. Soy Eduardo Coudet.

DIOS: Coudet… Coudet… a ver tu ficha… Acá dice que debutaste en la Primera jugando en Platense. Tiene que haber un error, es imposible, el Calamar juega en Primera B.

COUDET: Señor, eso es cierto. Además jugué en San Lorenzo, Central, Colón y River. Ah, también estuve en México.

DIOS: En tu época, México era el purgatorio de los futbolistas. Cuando no se sabía dónde carajo estaban, todos decían que estaban en México. ¿Aprendiste a hacer tacos?

COUDET: Tacos y rabonas. Todos me recuerdan por ser amante de los lujos.

DIOS: Chacho, querido, esperá un chachito, no te pasés de vivo. Si para vos andar abrazado a focas en los boliches es un lujo... entonces tenemos pensamientos distintos. Decime, querido, ¿para qué me llamás?

COUDET: Ahora soy el técnico de Rosario Central, tengo muchos pibes a cargo, y siento que mi imagen se está deteriorando.

DIOS: Y… la verdad es que proyectás algo más fulero que el espejo de Gerardo Rozín. Sacame una duda: ¿Por qué tenés los labios arremangados y asomás los dientes? ¿Sufrís de chuchos de frío?

COUDET: Señor, me refiero a otra cosa. No sé por qué los medios me asocian con la joda. Dicen que soy borracho.

DIOS: ¡Qué barbaridad! ¿Y qué querés que digan? ¿Qué sos pastor evangélico? Si tenés más caravana que el entierro de Grondona. Cuando quieras brindamos con un totín de la sangre de mi hijo bendecida, a ver si te puedo curar.

COUDET: No se ría de mí, Señor. También dicen que me gusta trasnochar. Yo tenía ganas de llamarlo esta mañana pero no me pude levantar y andar.

DIOS: Y... Leandro Lázzaros cada vez hay menos.

COUDET: Y lo peor de todo, la gente dice que soy adicto al sexo.

DIOS: ¿Sabés lo que es un bukkake?

COUDET: Sí, claro.

DIOS: Entonces tienen razón, Chacho. Estás jodido. No hay Dios ni psicólogo ni esteticista que pueda cambiar tu imagen.

COUDET: ¿No me va a ayudar? ¿Usted no es el Todopoderoso?

DIOS: No te confundas, dientón. Todopoderoso es Obama, yo hago lo que puedo. Soy monotributista.

COUDET: ¿Y entonces? ¿No me puede dar una mano en otra cosa?

DIOS: A ver, ¿con qué querés que te ayude? Contame…

COUDET: Haga fuerza para que Central salga campeón...

DIOS: ¡¿Qué?! ¡¿Central campeón?! ¡Dejate de joder, Chacho! Miráa, como mucho, puedo hacerte colonear un rato. Alargar un poco la buena racha y hacer que te rajen después de junio, así cobrás aguinaldo. ¿Qué tal?

COUDET: Con todo respeto, Señor, yo no necesito ese dinero.

DIOS: Chacho, no te hagas el gato. Acordate que vivís en Rosario y en cualquier momento aparecés entre dos panes.

COUDET: Quiero decir que durante mi carrera junté buena plata, no necesito más. Yo quiero la gloria.

DIOS: Entonces te confundiste de provincia. Instituto está en Córdoba.

COUDET: Mi sueño es terminar en la Selección.

DIOS: ¿Ves? Ahí te puedo hacer la segunda…

COUDET: ¿Para la Selección? ¿Es posible que me haga la segunda?

DIOS: Claro, Chacho. Vos sos de segunda selección. Sos como cualquier outlet pedorro de calle Córdoba, pero hecho técnico.

COUDET: Señor, al final Usted también me tomó para la joda.

DIOS: No, para nada. Yo te voy a ayudar, oíme bien: rezate dos padrenuestros, fumate tres churros, tomate medio litro de Bardahl anticorrosivo, y salí a caminar por el puerto de Rosario.

COUDET: ¿Y con eso voy a tener la imagen de un técnico serio y exitoso?

DIOS: No sé, pero quizás tengas éxito con algún travesti, nunca se sabe. Te dejo que empieza el programa de catástrofes naturales de NatGeo que producimos con mi primo Lucifer. Te mando un abrazo grande, Eduardo. Mejorate.

COUDET: Gracias, Señor.

DIOS: ¡Ah! Mandale saludos a Marco y a Rúben, hacen una gran dupla goleadora.

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