Pablo Aimar: “Me acuesto y pienso en un gol a Boca”.
Me acuesto y pienso qué carajo hago en Argentina. Yo me fui con el 1 a 1 y ahora voy a ganar 14 veces menos. Cuando me acuesto también pienso que acá se comieron el chamuyo del Aimar del 2000, y ahora mi rendimiento es peor que el de Jacobo Winograd en la cama. Cuando me acuesto, me duele la cintura porque a esta edad estoy jodido de los huesos. Por suerte no llegan los diarios de afuera, porque el año pasado me rajaron de un equipo de Malasia. Cuando los hinchas vean que no puedo mover las patas, me van a putear más que a Jota Jota.
Marcelo Gallardo: “No me relajo ni en un asado con amigos”.
En el último asado con mis amigos había choris, morci, asado, vacío, vino, falopa y minas. Me relajé tanto que no solo me olvidé que era el técnico de River, sino que también ni me acordé que estaba casado, y a lo último ya ni sabía cómo me llamaba. Me relajé hasta los esfínteres, del pedo que tenía, creo que incluso solté algunos rehenes en el calzón. La vida es un asado con amigos, lo demás es una espera aburrida hasta que llegue el siguiente asado con amigos.
Erbes: “Levantar la Copa es fundamental”.
Levantar la Copa es fundamental. Principalmente a fin de año, cuando uno está en familia y brinda para que se acabe todo rápido así se puede ir de joda con los pibes. También es clave levantar la copa en tu cumpleaños, donde uno pide tres deseos que nunca se cumplen pero que igualmente deben pensarse como un salame, mientras toda la gilada te grita “¡No te olvides los deseos, los deseos!”. En fin. Es fundamental levantar esas copas. ¿La Libertadores? ¿Qué es eso? ¿Un documental de San Martín?
Miguel Russo, nuevo DT de Vélez: “El partido con Boca es un lindo caramelito”.
Un lindo caramelito es el gato que conducía el programa para pibes hace 10 años. Un lindo caramelito es el sugus max de frutilla. Un lindo caramelito también es el que se está comiendo Vila, que tiene como mil años y se cepilla a Pamela. El partido con Boca es un pijazo, justo en enero que tenemos un mes para tomar sol en Mar del Plata y currar con dos amistosos nos vienen a clavar este repechaje. Para colmo, si llegamos a perder, me va a putear hasta Cumbio.
El hijo de Batistuta, antes del debut en Primera: “Soy parecido a mi papá”.
Hasta Mauro Viale es más parecido a mi viejo que yo. En la lotería genética no pegué una. Tengo los pies de los lobos marinos de la rambla de Mar Del Plata y la picardía de Mariano Grondona. Ojalá hubiera sacado la potencia de mi viejo, ni siquiera puedo haceme la puñeta solo porque se me cansa el brazo. De mi papá no tengo un carajo. La última vez que hice un gol fue en el PES 2007.