Académicamente, se vienen los últimos exámenes del año, y así el estudio da algún respiro para la vida personal. En lo laboral, llega el cobro del aguinaldo (que se trata que no te lo morfe la inflación) y también es un respiro en lo financiero. Otras personas esperan que el año que termina se lleve los problemas, para así poder empezar mejor el siguiente.
Particularmente, no me siento demasiado inclinado a desear el final del año. Pero me estoy yendo de tema, acá lo que le interesa al público es lo futbolístico… y ahí sí, la verdad que estamos pidiendo la hora.
El equipo no da más, y no únicamente en el sentido estrictamente físico, que no deja de ser muy relevante. La pésima preparación física significó una increíble complicación en lo futbolístico. No estoy seguro que se haya repetido el equipo en más de dos fechas, si eso ocurrió.
En lo estrictamente futbolístico, también hace falta un nuevo comienzo. Jugando alrededor de una hora con un hombre de más, prácticamente no se generó peligro, y no puede ser que estén todos esperando alguna jugada de otro partido de Maxi para que preocupemos al rival. No culpo a Raggio únicamente (aunque como director técnico es gran responsable), pero era una realidad que tenía que irse. ¿Vendrá Gallego? Todo parece apuntar a que el Tolo volverá a dirigir al club que lo vio nacer, pero nunca se sabe (y más con los dirigentes que tenemos).
Triste realidad esta que vivimos, con un equipo apático, casi tirado en la cancha; sin pelear nada (algo a lo que nos ¿mal? acostumbramos) y con el futuro lleno de incertidumbre. Cuando el panorama se complica tanto, parece que lo único que queda es pedir la hora.
ADELANTADO LEPROSO
@Fran_Cinelli
