Las buenas actuaciones de Agustín Marchesin, las corridas de Lautaro Acosta y los goles de Romero nos dieron ilusión hasta último momento. Y como los altos rendimientos de ellos hubo jugadores que no estuvieron a la altura de las circunstancias. El partido ante Boca fue un déjà vu, un poco más de lo mismo. Falta de contundencia en ambas áreas y falta de picardía para cerrar victorias casi consumadas.
En los días venideros se dirán muchas cosas, dirán que a Lanús le cuestan las definiciones. Hablaremos de ciclos cumplidos, hasta algún osado se atreverá hablar de fracaso. pasaron muchas chances este semestre, es cierto, pero también lo es que el club recorre el camino correcto. Los resultados deportivos serán consecuencia de coherencia, trabajo desinteresado y honrado. Si fuera tan fácil ganar títulos ¿porque solo se bordan tres estrellas sobre nuestro maravilloso escudo?
La ilusión vivió en el corazón de cada uno de nosotros hasta el pitazo final. Sostenida tal vez en el recuerdo de aquel 2 de diciembre, en repetir los rivales de local de aquella epopeya o vaya uno a saber que pasaba por el corazón de cada granate. Se espero más, aunque no se dio.
Se veía venir, era lógico. Las ilusiones estaban sostenidas más que por el rendimiento del equipo por el optimismo de los hinchas. A lo largo del semestre jamás el equipo jamás encontró la regularidad necesaria para salir campeón. Con los resultados puestos es más fácil ratificar lo que uno venía diciendo. Los partidos ante Olimpo, Godoy Cruz, Independiente y boca fueron una clara muestra de que Lanús moriría en el intento.
Por lo menos así lo siento yo.
En los días venideros se dirán muchas cosas, dirán que a Lanús le cuestan las definiciones. Hablaremos de ciclos cumplidos, hasta algún osado se atreverá hablar de fracaso. pasaron muchas chances este semestre, es cierto, pero también lo es que el club recorre el camino correcto. Los resultados deportivos serán consecuencia de coherencia, trabajo desinteresado y honrado. Si fuera tan fácil ganar títulos ¿porque solo se bordan tres estrellas sobre nuestro maravilloso escudo?
La ilusión vivió en el corazón de cada uno de nosotros hasta el pitazo final. Sostenida tal vez en el recuerdo de aquel 2 de diciembre, en repetir los rivales de local de aquella epopeya o vaya uno a saber que pasaba por el corazón de cada granate. Se espero más, aunque no se dio.
Se veía venir, era lógico. Las ilusiones estaban sostenidas más que por el rendimiento del equipo por el optimismo de los hinchas. A lo largo del semestre jamás el equipo jamás encontró la regularidad necesaria para salir campeón. Con los resultados puestos es más fácil ratificar lo que uno venía diciendo. Los partidos ante Olimpo, Godoy Cruz, Independiente y boca fueron una clara muestra de que Lanús moriría en el intento.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GRANATE - @adelantadoGRANA
