Voy a ser sincero con ustedes. Estaba esperando ver qué pasaba con Argentinos cuando jugase contra Aldosivi para escribir la nota, pero como se suspendió, tuve que replantear todo. ¡Ojo!  No es que esperaba el partido para alabar al equipo si ganaba o defenestrarlo si perdía, estoy muy lejos de eso. El equipo está en deuda y le falta muchísimo para saldarla. Pero lo que si iba a marcar un cambio de ánimo. Como, obviamente el partido en Corrientes hizo que la esperanza vuelva a Paternal y nos ilusionáramos devuelta, uno estaba a la expectativa del partido contra el tiburón era clave para confirmar esa vuelta de esperanza.

Ese 4 a 0 (engañoso 4 a 0) hizo que el equipo de (ahora) Pipo Gorosito vuelva a estar en los planos. No se puede ni decir mucho, ni sacar conclusiones de un solo partido. Es todo muy prematuro (en palabras del técnico) y es aventurado deducir que es lo que va a pasar. Lo que sí pido en estas líneas, como vengo pidiendo siempre, es unidad. Por más que no estés de acuerdo con la elección del técnico, es el que tenemos ahora y hay que alentarlo. Si pone a Pérez y no a López, no hay que putearlo a Pérez para que juegue López. Mucho menos para después salir por una de las infinitas redes sociales para decir “tenía razón”. Si en la cancha esta Pérez, alentalo, apoyalo. Es increíble como esas pequeñas cosas cambian los ánimos de los jugadores y los hace jugar mejor.  De una vez por todas nos tenemos que dar cuenta de que si a los que juegan con la camiseta roja les va bien, a nosotros nos va bien. Por ahí leí a alguno que escribió que si Argentinos ascendía con Gorosito no lo iba a festejar porque Pipo nos dejó para ir a dirigira River. Comentario idiota si los hay. Si Argentinos asciende, hay que festejar, sin importar quién sea el técnico. Y para eso, también es importante alentar al técnico.
Por lo menos así lo siento yo.