Soy consciente de que te pedí una y mil cosas Talleres. De que te jodí durante muchos años para que me des una alegría y que lo sigo haciendo cada fin de semana. Ya sé, soy un poco pesado. Pido disculpas por eso, pero tenes que saber que es algo necesario. Sí no te pido algo es difícil que sienta alegría o tristeza, que ría o llore, que canté o putee, que me vaya de la cancha con una sonrisa de oreja a oreja o pateando papelitos. Esto es un simple preámbulo para contextualizar el pedido que te voy a hacer ahora, que no es común y corriente.

Este pedido es por ese partido que hay que ganar o ganar. Pará, no soy gil, sé que todos los partidos hay que ganarlos. Pero este es diferente. Son de esos que definen futuros, para bien o para mal. Esos que hacen olvidar el pasado para enfocarse en lo bueno que se avecina o que hacen que mires atrás y que te lamentes por haber perdido ese puntito que faltaba para ascender directamente. Esos partidos que escriben historia o que son motivo de burla, esos que convierte a los jugadores en héroes o villanos, esos que cierran una etapa fatídica o que prolonga la agonía. Esa clase de pedidos Talleres, ¿me entendes?

Con la victoria ante Defensores de Belgrano, el miércoles pasado, y contra Libertad, el domingo, resucitamos y terminamos primero. El único problema es que Unión de MdP sumó la misma cantidad de puntos que nosotros y el ascenso no se pudo dar en el Kempes, ante un marco imponente de 45 mil personas. Pero somos Talleres y sin sufrimiento no hay premio, sí lo sabremos nosotros los hinchas. No importa cuánto se sufra, siempre y cuando la recompensa por llevar al corazón al límite valga la pena.

Este pedido es por una final, pero una final posta. Siempre se dice que todos los partidos del torneo son finales, pero es chamuyo porque sí perdes no te dan medallas y sí ganas no te dan un trofeo. En cambio, en el partido de mañana sí. Está en juego un ascenso a la PBN, ni más ni menos. Una oportunidad inmejorable para volver a la segunda categoría tras un torneo fugaz de 70 y pico de días. Una chance para reponerse del tropiezo y volver a caminar derechitos por la senda correcta.

Es muy egoísta lo mío. 4 párrafos argumentando el porqué de mi pedido, cuando el pedido es de todo el Pueblo Albiazul. Ese de la heroica resistencia, que aguanto en todo momento al equipo sin importar la división o el rival sólo por el amor a la camiseta. Por ellos, por nosotros Talleres. Por la historia, por los colores, por el escudo, por la pasión, porque somos Talleres. Porque es hora de volver a ser un club grande y estar en donde nos merecemos. Por eso y mucho mas, Matador querido, mañana hay que ganar cueste lo que cueste. Un pasito más, sólo eso te pido. Y prometo que no te molesto más.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBIAZUL