¿En qué nos convertimos? Hace tiempo que estoy pensando (no soy el primero, ni el único en hacerlo) que vamos camino a ser la generación más estúpida de la historia de la humanidad. Vivimos en una época en la que nos podemos contactar con el 95% de la gente que nos rodea a través de un mensaje de texto, desde un teléfono celular o desde una computadora (entre otros dispositivos), pero esa misma facilidad para llegar al otro, nos lleva a ahogarnos en un vaso de agua, a poder cancelar una cita, encuentro o partido de fútbol mediante 15 medios de mensajería instantánea diferentes.
La relación entre el fútbol y la comunicación es aún más complicada, ya que puede surgir cualquier tipo de noticia o rumor sin importar si la fuente del mismo fue o no verificada, si quién lo dijo sólo busca generar contenidos para captar audiencia o si el tachero le contó al verdulero que el representante del D.T es el mismo que el del refuerzo que hace dos meses que llegó y ni siquiera concentra.
Otro de los puntos importantes a tener en cuenta es el que trata de quiénes son los encargados de transmitir la información sobre un club de manera masiva y de qué manera lo hacen. Porque una cosa es limitarse a informar datos confiables, veraces y reales y otra muy diferente, moldear la opinión de las masas que, dicho sea de paso, son bastante pelotudas e influenciables.
Me pregunto si soy el único que está podrido de leer análisis del juego de Central en los que hay frases como "no se dan dos pases seguidos", "no se puede vivir del pelotazo a Abreu", "en estos 2 años y medio con Russo el equipo nunca jugó a nada", o "con ganar los clásicos no alcanza".
Para todo ese palabrerío barato hay una explicación:
- El fútbol es mucho más que darse dos pases seguidos, por eso es el deporte más lindo de todos. El fútbol, como bien dice Panzeri, es "la dinamia de lo impensado".
- De los 57 partidos que jugó Central desde la llegada del Loco, él sólo estuvo presente en 35. No se discuta que Central abuse del pase largo al uruguayo, pero de ahí a que se diga que se juega sólo a eso hay un abismo.
- Ningún equipo que no juega a nada logra ganar 12 partidos consecutivos, superar la barrera de los 50 puntos en la vuelta a Primera División tras 3 años en el Nacional B, clasificar a una Copa Sudamericana ni estar en la semi de Copa Argentina entre otras cosas.
- Y no sean tan básicos, ningún futbolero en todo el mundo se conforma con el simple hecho de ganar un clásico, no hace falta que lo aclaren cada 3 días.
Por último, hay que tener en cuenta que el Canalla está compitiendo en un torneo en el cual hay 20 equipos y sólo uno puede ser el campeón y por lo general, quienes llegan a ese logro, se manejan de manera coherente hace varios años (caso Vélez, Lanús). Logran un título a través de vueltas inesperadas de algunas figuras (caso NOB, River) o lo consiguen a través de grandes inversiones de dinero (caso Boca) y hasta a veces, ninguna de esas cosas es suficiente.
La clave, según mi humilde opinión, es utilizar toda la información que nos llega y saber a qué prestarle nuestra atención. Y a su vez, poder moldear nuestra propio pensamiento según lo que nos cuentan y lo que vemos en el verde césped y en el día a día de nuestra institución.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CANALLA
