¡¡¡Dos partidos seguidos!!! Había que ganar dos partidos seguidos para tener esperanza y estos pibes lo vienen a ganar cuando la soga ya está en el cuello. ¿Era necesario esperar a este momento? ¿Era necesario tirar tanto de la cuerda?

Parece que sí, que estos futbolistas necesitaron llegar a este momento para reaccionar. Quedarse sin margen de error, que la gente explote, que el técnico que los eligió renuncie, estar últimos en la tabla, que suspendan la cancha, pelearse con la prensa y todo lo que ya sabemos para ganar dos putos partidos al hilo. Increíble.

Ahora la situación se presenta remontable y vuelve a aparecer la ilusión, pero déjenme decirles que en mí, aún es muy tenue. No quiero que estos mismos tipos que se burlaron de mí y ahora se besan la camiseta, me vengan con el cuento de que dejan todo por el club, que salen a ganar y que quieren ascender. Yo no les creo, aunque lo que más deseo en el mundo es que me cierren bien la boca.

Según trascendió, en la última reunión de Comisión Directiva se dijo que la relación del plantel con el técnico saliente estaba rota desde el desempate con Independiente, sin embargo, no se hizo nada por parte de los dirigentes vinculados al fútbol para recomponer una situación infame que terminó con Huracán pasando vergüenza el día de su propio cumpleaños 106.

Yo sé que hoy, luego del 3 a 0, todo es alegría y no quiero ser quien teniendo la oportunidad de sumarse a los festejos empañe la fiesta, pero de verdad me cuesta mucho. Estoy muy dolido con lo que han hecho estos jugadores a lo largo del torneo, con el desprecio que mostraron por nuestra camiseta.

Ojala que ahora que se abrió esa rendija en la oscuridad la sepan aprovechar. Vienen dos partidos muy difíciles que si son superados con éxito, las probabilidades de ascenso serán concretas. Ojala ganemos, ojala asciendan y ojala que se vayan.