Esta columna de opinión va especialmente dedicada a todo aquel hincha de Independiente que quiere que Jorge Almirón se vaya.
Tras la derrota con Boca, y la consecuente despedida de la lucha por el título, apareció un considerable grupo de personas que pretenden que el actual director técnico abandone el cargo "ya mismo".
Creo que el tradicional simpatizante del Rojo ha cambiado muchísimo en los últimos tiempos, al igual que la sociedad y el público futbolero en general. Actualmente lo único que importa es "ganar como sea", ya no interesan las formas ni los estilos.
Esta modificación generalizada ha destrozado a Independiente como institución. Principalmente porque solíamos ser un ejemplo a nivel nacional e internacional del privilegio del cómo, del énfasis en las formas. Que no da lo mismo triunfar con armas nobles, relacionadas al buen gusto, o gracias a una pelota parada aislada.
De esta manera, a partir de desligarnos de la histórica herencia del Rojo, la cosa empezó a cambiar y esa herida en la identidad provocó, entre otras cosas, un descenso a la segunda categoría. Responsabilidad también nuestra por caer en ese exitismo bobo.
Hoy por hoy sucede exactamente lo mismo. Realmente no interesa si Almirón desea un equipo agresivo, ofensivo y, en definitiva, protagonista como el pasado reclama. Tampoco importa si prefiere el toque corto como estrategia en lugar de reventarla. Menos aún que lleva menos de seis meses de trabajo. Lo único trascendental es que no salió campeón. Chau, no sirve.
Desde este humilde espacio futbolero hago un llamado a la reflexión. De alguna forma, pretendo amigarnos con la historia y recuperar nuestro ADN como club. Justamente eso es lo que nos hizo grandes (gigantes) y la razón por la cual nos diferenciamos del resto.
Ya nos dimos muchos permisos. Volvamos a ser INDEPENDIENTE en todos los sentidos.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra