NOVEDADES

25 noviembre 2014

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO - EL MILLO


25 noviembre 2014

Luego de la batalla campal que se armó en el chiquero (no creo que merezca análisis alguno un partido que pareció de rugby, salvo una mención especial a la chota de Mercado, que vio que el culito de Chávez estaba blandito y se lo garchó de parado), teníamos la chance de liquidar el campeonato contra los nietos, pero…

Ponemos a pibes de 18 años arriba que lo que mejor saben hacer es sacarse selfies para subirlas a las redes sociales y coger minitas fáciles. ¿Hicieron inferiores? ¡No saben parar la pelota, hermano! A uno se le va larga, otro no sabe aguantarla…¡Basta, por favor!

Pero la debacle de River viene desde hace rato, aunque muy bien camuflada. A continuación les voy a explicar por qué:

En primer lugar, Gallardo pasó de ejercer la magia de Coperfield, a ser el Mago sin dientes: no pegó una con los cambios y tampoco en el aspecto táctico. ¿Por qué? Dejamos atrás el fútbol champagne y empezamos a jugar los partidos con el carácter, pero eso no te asegura ganar, al menos no a nosotros. Después de haber ganado partidos con una enorme cuota de suerte e individualidades, pusimos suplentes contra Estudiantes por el torneo, sabiendo que nos habían complicado la vida dos veces por Copa. Sabíamos que ellos jugaban con los titulares, y que tenían la sangre en el ojo por la eliminación. Como si fuera poco, el DT armó una línea de tres inexplicable, y todos sabemos lo que pasó. Entonces, para recuperar esos tres puntos, fue y puso titulares contra Olimpo, pero nos empatamos el partido solos. Esto desemboca en que contra Boca jueguen los titulares cansadísimos, que hacen un desgaste tremendo en el inodoro. Finalmente, terminamos con la sub 15 defendiendo la punta del campeonato contra, paradójicamente, un equipo que si nos ganaba nos pasaba. Cavenaghi desde el banco en 35 minutos hizo más que los dos nenes en todo el campeonato.

Falló la planificación. Era TAN SIMPLE poner titulares con Estudiantes, suplentes con Olimpo, titulares con Boca, mix con Racing y titulares con Boca. Pero no, encima nos hacemos goles en contra y el arquero asiste a los delanteros rivales. No le caigo a Gallardo, que puede errar y puede acertar (de hecho, creo que acertó más de las que erró). Lo cierto es que así como antes entraban todas, hoy no pegamos una.

A todo esto, pasamos, para todo el mundo, de ser el Barcelona de Sudamérica, a ser los peores. El jueves, señores. El jueves es el partido. Jueguen por la gloria, carajo. ¿Resignamos el campeonato porque todos los cañones apuntan al jueves? Okey, ahora pongan todo, rómpanse el culo, sientan la banda roja en el pecho como la sentían Labruna, Alonso, Ortega, Francescoli, como la siente más de medio país que se muere por jugar este partido. Son once que representan a millones, y, lamentablemente, están a un paso del abismo si no consiguen un buen resultado, pero también están a un paso de tocar el cielo con las manos si ganan. Así de ingrato es nuestro fútbol… ¡Vamos RIVER!

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO
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