El capitán es el que guía al grupo, el que da el ejemplo, el que está atento a cómo están los compañeros. El que escucha, el que habla y aconseja cuando es necesario, siempre desde la humildad, asumiendo cuando se equivoca y haciendo partícipe al resto de las decisiones. El capitán marca un camino, piensa en el equipo más que en sus intereses, convence con argumentos y motiva a todos para que rindan más allá de sus posibilidades.

El capitán no puede ser cualquiera, pero mucho menos en Estudiantes. Porque en nuestra escuela, el capitán, además de hacer todo lo descripto anteriormente, debe transmitir los valores de una filosofía única en el mundo. No hay manera de que este hombre ignore parte de nuestra historia, que desconozca quién fue Zubeldía, Mangano, Bilardo, Sabella y tantos otros que nos llenaron de prestigio.

El capitán tiene que ser Estudiantes, tiene que hablar sobre nuestra identidad y emocionarse; tiene que hablar de laboratorio, promulgando el sacrificio y el trabajo; tiene que hablar de mística, de noches épicas inmortalizadas en gloria; tiene que transmitir el "solos contra todos", para que los demás entiendan de que cada partido es una oportunidad para enaltecer los 50 años de lucha contra los medios periodísticos.

Nombres como Malbernat, Brown y Verón nos dicen algo: el capitán tiene que tener el ADN pincharrata bien incorporado.

Ahora bien, celebro la iniciativa de la Bruja y del Chavo de que los jóvenes tomen la posta, de que se vayan forjando, de que vayan entendiendo qué tiene que tener un capitán para enorgullecer al hincha de Estudiantes. Primero Gil Romero, y ahora Carrillo, que con tan solo 23 años nos llena de satisfacción cuando lo vemos desenvolverse tanto dentro como fuera de la cancha.

¿Por qué? Porque no para de correr, incluso hasta el límite de sus capacidades físicas; porque lucha como un gladiador entre los centrales, anticipando de arriba es el mejor jugador del fútbol argentino; porque es claro, hábil y piensa en el equipo a veces hasta de manera exagerada, dando pases que podrían terminar con remates suyos al arco; porque tiene ascendencia sobre el resto de los jóvenes del plantel; pero por sobre todas las cosas porque es Pincha, y solo un Pincha puede transmitir de manera perfecta lo que significa esta forma de ser.

Créame, estimado lector, lo que le voy a decir ahora. Después de los partidos de Copa, de los Clásicos y de tantos otros encuentros importantes, puedo decir que, sin lugar a dudas, a Carrillo le sobran huevos para ser el capitán de Estudiantes de La Plata.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PINCHA - @DrBidon