Un partido con poco, que este grupo de ninguna manera podía permitirse perder y que no dio para derrota, tuvo la contundencia como factor determinante. Dos jugadas de esas que cuando uno las ve venir, ya empieza a pensar "guarda que le pega, no lo dejes patear", y finalmente pasa. El encuentro tuvo poco, pero entre sus nimiedades, el local fue más en la red y con un par de cañonazos lo ganó antes del entretiempo.
Si hay que rescatar algo positivo, esta vez los cambios sirvieron bastante ante la mediocridad expuesta. Debutó el canterano Cáceres y con su picardía fue lo más claro del equipo con menos de un tiempo en cancha; entró Fernández a los 30 de la segunda parte y metió el descuento. Eso fue todo.
Desde el carajo, Quilmes divisa lo que se le avecina y realmente se las ve negras. Con 15 fechas, 12 puntos y último de nuevo, en lo poco que queda de torneo, lo esperan todavía dos de los candidatos. Por las dudas, yo iría preparando una buena carga de salvavidas.
Por lo menos, así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO - @adrian28qac