El equipo de Montenegro peleó como casi no lo había hecho en todo el torneo, fue de igual a igual ante uno de los mejores equipos del campeonato (aunque viene en caída) y si bien no fue un claro dominador, justificó esa mínima diferencia sostenida desde el medio con Julián Fernández como estandarte y erigiéndose como uno de los mejores (sino el mejor) jugadores del Albo en todo lo que se lleva jugado.
Nunca nos sobra nada, nunca, sobre todo fútbol. Ya a esta altura se complica analizar algo de lo técnico. En lo táctico se nota que se trabaja poco o que los jugadores no demuestran lo contrario. No se plasma una idea con las pelotas paradas, que se desaprovechan continuamente y los jugadores de buen pie poco pueden desplegar en un campo de juego que si bien notó una leve mejoría, lejos está del ideal para hacer rodar la pelota con exactitud y pasarla a un compañero, lo que lleva a que se abuse del pelotazo.
En este panorama y con el triunfo vuelven a renacer las esperanzas de acercarse a la zona de ascenso, pero la irregularidad sigue siendo el patrón dominante y dependerá de seguir por la senda de la victoria y que algunos de los que están arriba se caigan, para poder soñar.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO