Todos abrimos los ojos de golpe, y nos dimos cuenta del daño que le habían hecho a Colón, de un día para el otro. Para casi la totalidad de los socios del club, el hecho de encontrarse de un momento para otro sin el gran culpable de nuestra realidad y el posterior llamado a elecciones fue un alivio. Pero en realidad fue el principio de un camino largo que va a llevar mucho tiempo poder andarlo hasta tener el club totalmente “saneado”.
Desde ese momento, vino el apoyo mayoritario del pueblo sabalero a la lista del actual presidente, el casi milagroso logro de 30 puntos en un torneo donde estábamos condenados, el posterior descenso, etc.
Políticamente, el club transitaba en una meseta, que, con pequeñas diferencias, nos mostraba a cada parte de la vida activa de Colón, casi en el mismo carril. Algunos más enfocados en algún tema que en otro, pero todos con el mismo objetivo.
Esa “meseta” política fue de a poco cambiando su fisonomía y, con el tiempo, se fueron produciendo algunos pequeños roces (tanto internos como externos). La realidad es que, con el paso del tiempo, los roces externos fueron mucho menores que los internos propios dentro del oficialismo. La “oposición” lo único que generó fueron algunas bombas de humo, que, obviamente no alcanzaron a llegar muy lejos. Pero lo preocupante son las diferencias dentro del seno de la actual CD. Aclaremos esto: Siempre en democracia es bienvenido el disenso, la discusión y el intercambio de ideas. Esto debe darse dentro de un ámbito que sea saludable para la institución y su futuro. Hace unas semanas festejábamos porque al club se lo aceptó como querella en la causa contra GL, y hace menos tiempo, se alzaban algunas voces que decían que los miembros de esta Comisión no habían hecho nada con respecto a esa causa.
No me voy a meter en disputas políticas que no conducen a nada, espero que esto sea pura chicana y que lo importante continúe con su curso.
Hubo una decisión que, creo, debe haber sido la más polémica desde que esta CD está en el gobierno. Se decidió traer al jugador Prichoda en reemplazo de Leys, lesionado.
Hasta acá nada raro, salvo que en ese puesto, en este momento sería bueno que aparezca algún chico del club, aprovechando el andar relativamente tranquilo del equipo en la tabla. Las polémicas de todo esta decisión son dos: por un lado cabe preguntarse en que lugar de Santa Fe estará metido Leudo? Ese mediocampista colombiano que vino por 250.000 US$, y que jugó unos minutos en un partido de Copa Argentina contra Lanús mostrando un físico poco trabajado, y 2) Por qué se hace un negocio con un jugador cuyo representante es una persona que fue socio en muchos casos del ex presidente en su época de “gloria”. Estoy hablando de Grabarnik. La respuesta a esta segunda pregunta sería que, al ser un préstamos sin cargo y sin opción, se habló de club a club, sin intermediarios. Para la primera que da la respuesta pendiente.
Pero vuelvo al principio de este asunto: era necesario incorporar otro centrocampista (más allá de que nuestro DT parece ser adicto a ellos)? Era necesario que el jugador sea representado por Grabarnik? Esta decisión fue a votación en reunión de CD, la cual fue dividida.
Creo que hay que tener más tacto en ciertos asuntos que, en este momento, no son urgentes y pueden tocar una fibra todavía sensible en el pueblo sabalero.
Desde acá quiero dejar en claro algo: Los que están ahora el día de mañana no lo estarán, y los que están afuera pueden (o no ) estar adentro dentro de un tiempo. Este no es momento de “vedeteadas” jurídicas, es momento de hacer historia y tratar de poner donde se merece a la persona que jugó con la pasión de cientos de miles de santafesinos.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO - @Piguyi2011
