Otra fecha que se nos va sin sumar de a tres, y si bien fue en una cancha que siempre nos ha sido difícil, no por eso deja de preocupar. Porque no nos enfrentamos al mejor Belgrano ni mucho menos, sino que el Pirata de esta temporada ya no es lo que era, ni anda mucho mejor que nosotros. Era la oportunidad de aprovechar el mal momento ajeno para salir del nuestro, de fortalecernos por la racha negativa del otro, y la dejamos escapar.
Dicen que al que quiera celeste, que le cueste, pero a Quilmes le cuestan todos los colores. Ganar se convierte en una misión de alta complejidad que no parece depender del rival de turno sino del Cervecero en sí mismo, y eso es lo que llama la atención. No es un equipo que juega definidamente mal, tampoco juega definidamente bien; más bien, si me preguntan cómo juega Quilmes, yo contesto “y… juega parejo”. Si pierde, en general es con lo justo; y si no, empata partidos peleados. Ganar ya es otra historia que no sé si todavía se acuerdan.
Este equipo suele jugarle parejo a la mayoría de los rivales, sean de la jerarquía que sean, como si fuera por principio de acción y reacción. Nivela pero no sorprende. Puede enfrentarse a un rival poderoso y hacerle un buen partido con rendimientos altos, que hagan pensar que va a pasar por arriba a los de menor nivel; cuando se enfrenta a esos otros, es como si se amoldara a ellos y se olvidara de que puede dar más. Así, por ejemplo, dejamos atrás un empate ante Newell’s que bien pudo ser victoria, para conseguir una igualdad ante un equipo muy inferior al anterior contra el que no pudimos mostrar mucho más que la sobrevalorada actitud.
Con el correr de los partidos, veo cómo otros de características similares a las nuestras se acomodan en la tabla mientras nosotros seguimos con menos puntos que partidos y uno solo ganado. La ansiedad ya no es solamente una cuestión caprichosa de hincha. La necesidad de ganar es un tema serio que tiene que solucionarse pronto para no empezar a sufrir desquiciadamente desde ahora, cuando todavía debería ser temprano para pensar en la calculadora.
Por lo menos, así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO – @adrian28qac