Cuando el árbitro pitó el final anoche, el hincha de Talleres se iba del Kempes con la sensación de ya haber visto lo que vio. Como cuando a uno le pasa algo y piensa cómo sí ya le hubiera pasado. Como un deja vu, como sí a esa situación ya la hubiera vivido. Algo parecido pasó ante Tiro Federal: el guión, las escenas, los actores, el resultado, la película en sí, eran similares a otro partido. El hincha piensa dos veces esto, se dice “no puede pasar dos veces lo mismo, tendrían que alinearse los planetas para que esto suceda”. En realidad no es tan así.

Es difícil de que pase algo que ya pasó, con contexto, introducción, nudo, desenlace y resultado final. Pero sí antepones el nombre de Talleres a todo esto cualquier cosa puede pasar. Repasemos: el contexto era favorable, recibíamos a Tiro Federal, un equipo endeble cuando lo visitamos en Rosario, consientes de que sí ganábamos alcanzábamos al puntero. El partido, como para variar, empezó mal para el local: 1 a 0 abajo en 5 minutos y a remarla en desventaja. Una introducción para nada buena.

En el nudo, Talleres intentó por todos los medios, menos el futbolístico, para conseguir el empate, que finalmente llegó al final del PT, tras un error de la defensa visitante. Parece que sólo así podíamos hacer un gol. El complemento siguió con un protagonista principal, Talleres, y otro de reparto, Tiro Federal, hasta que este último se dio cuenta de que el primero tiraba uno y otro centro, por lo que era fácil de anular y de contra atacar. Creció en la cancha y en la presión, que obligó a Mozzo a querer para nuestro arquero Costa, con la fortuna de que el pase fue corto y el delantero rosarino aprovecho para establecer el 1-2.

Talleres fue, fue y fue con lo único que, más o menos, le sale bien: con el factor H. Con una genialidad de Carabajal, que se merece el Oscar teniendo en cuenta su elenco, y un pase a la cabeza de Godoy llegamos al 2 a 2. Más aún fuimos en busca de la victoria, pero Tiro fue el antagonista pensante, inteligente, y con pelotas paradas y de contra casi nos gana el partido. Fue empate y Talleres perdió otra posibilidad (perdí la cuenta) de subirse a la punta.

Sí usted recuerda, esta película fue parecida a “Talleres vs Defensores de Belgrano”, ¿no? Lo único diferente fue que contra los de Villa Ramallo íbamos perdiendo 2 a 0, el resto un calco. Lamentablemente, paradoja del fútbol, se nos está haciendo más fácil jugar de visitante que de local, cosa que es muy rara en el Mundo Talleres. Teléfono para algún astrónomo. Acá hay un caso para investigar.

Me da pena enfocarme en el empate de anoche, pero Talleres me obligó. Pude escribir sobre un hipotético segundo triunfo al hilo, teniendo en cuenta el partido que ganamos el jueves pasado ante Alvarado en MdP. Pero no, Talleres (y su gente) es masoquista y le gusta sufrir. Tiene que ir perdiendo para acordarse de hacer un gol. Tiene que tener la oportunidad de ser puntero para tropezar con la misma piedra de siempre. Sinceramente, ver la misma película sólo causa fastidio y bronca. Por suerte tenemos el finde libre ya que Arjona y su tour nos posterga el partido a disputarse en La Feliz, por ende volvemos al ruedo el 15/10 recién. Hay tiempo para cambiar el libreto, aprovéchenlo por favor.