No me digan ¡Hasta el casco se parece al anterior corte wachiturro! Este Centurión, suerte de sinfonía inconclusa o diamante en bruto, podría ser un lujo para disfrutar una temporada y salvar al club si terminara toda jugada como insinúa. Hizo un pique de media cancha acomodando la caprichosa con cabeza, rodilla, tres dedos, de sobrepique, convirtiendo a Papa en un tubérculo que, efectivamente, sólo veía el traste e, imparable, pinchó la pelota a lo Palermo (con dos pies) por sobre la cabeza del desahuciado Sosa. Luego, volvió loco a todo el equipo velezano, el cual sólo pudo atraparlo a fuerza de infracciones y vituperios con la esperanza que perdiera la chaveta (bien el capitán para separarlo siempre del bardo). Alzó el acero en el segundo cuando el rival empujaba y se cansó de correr y quitar. Sin lugar a dudas, la figura del encuentro, el regreso del pibe que supimos ver antes de su partida.
Y ahora, pasamos a la bou-tiqui tiqui, al paradigma de gol que fue el segundo. Así, como la última etapa del gran artista es la síntesis, el de Bou fue sencillamente perfecto. Videla, Aued más magistral cambio de frente para Milito y nuevo cambio al vacío para Boud. Por un momento, la jugada pareció diluirse pero no; intratable, Bou dio la estocada final. A partir de allí, Vélez se mostró impotente cuando, en verdad, fue castrado por una academia aguerrida y ordenada.
Es increíble pero, frente a la V, no hallé rendimientos bajos. Es más, la academia lució tan aceitada que el equipo de Liniers pareció desconcertado. La característica principal del fortín, el pulcro y obsesivo manejo de la pelota desapareció, ahogados por la presión, solidaridad y el despliegue físico. Siempre, siempre aparecía una última pierna que frustraba cualquier atisbo de zozobra. Hubo dos rechazos emblemáticos, sobre todo el de Grimi quien, a mi parecer, jugó el mejor partido en Racing.
Dejé la cancha con una sonrisa de oreja a oreja. Este hijo, quien supo ser biznieto pero venía acercándose en el historial recibió una lección de fútbol de una renovada academia como hacía tiempo no veía. Macizo, corto, punzante, regulando tiempos y juego. Aquí, mucho tienen que ver Videla, Aued y Milito. Alma, criterio y experiencia. Repito: no hay líneas flojas y, de no aparecer otra mano negra, pelearemos hasta el final.
Una última reflexión: ¿Qué gana la AFA perjudicando a un club que podría llenar sus arcas? ¿Tanto encono o temor nos tienen que prefirieron condenarnos al ostracismo? ¿Vieron lo que fue el cilindro? ¿Existe tanta pasión en otro club? Bueno, señores, jamás podrán apagar tanto fuego. Entonces, dejen que el primer grande siga haciendo historia, pues el fútbol argentino necesita de Racing. De todo lo que significa ser un guerrero ante la adversidad.
Ah, no nos olvidemos que, en breve, se vienen las elecciones y hay que estar al día con la cuota. Cuantos más votemos, más democrático será el resultado. Sé que la pelotita es lo que mueve nuestra pasión pero detrás del fútbol está el amado club. Afortunadamente, la institución parece tomar un rumbo acertado y coherente de acuerdo a las últimas noticias recibidas. No tropezar con la misma piedra y apoyar a personas honestas quienes desean lo mejor para la acadé.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO
