Se recibió, tal vez, al campeón de América más devaluado de la historia. Y no cabe lugar a dudas que si el que pasaba era Lanús en lugar de Bolívar no hubiese jugado la final. ¿En qué me baso para decir semejante cosa? En la disparidad a favor del grana en el historial del último año. Si los vi festejar la eliminación de Lanús de dicha copa. Pero aun con todo lo antes dicho no fue un hueso fácil de roer.
No suelo mariconear en mis notas. Pero llega un punto al que a uno no le entra un dedo más. Y yo llegue a mi límite. La AFA ignoró y seguirá ignorando que se jugó por copa haciéndonos jugar a las tres de la tarde. Y los arbitrajes luego de 38 fechas sin recibir penales a favor, ignoren faltas en las áreas rivales increíbles. De los medios masivos ¿qué más se puede decir? Si bien pocas veces omiten el crecimiento institucional del club, muchas veces inventan notas desestabilizadoras. Desde feroces internas en la barra a idas inesperadas del cuerpo técnico.
Pero se olvidan que somos Lanús, el club que supo resurgir de sus cenizas. Aquel club que supo pisar la tercera categoría y que a diferencia de “ortos” no escondió la basura bajo la alfombra, no tropezó dos veces con la misma piedra. El mismo Lanús que subió para nunca más volver, haciéndose día a día más grande. Al que lo golpea así no más una eliminación de copa, ni mucho menos. Que supo demostrar que está vivo y dará pelea hasta el final. Porque Lanús sabe de peleas. Así es nuestra historia ¡¡¡LUCHAR CONTRA VIENTO Y MAREA!!!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GRANATE