Bajo una lluvia torrencial que en Rosario sólo aflojó hacia la tardecita (no quiero decir que sea porque ganaron los Pumas peeeeeeeero… es mucha coincidencia, ¿no?), se jugó de manera inverosímil la mayor parte de los partidos domingueros de esta fecha 10. Un Estadio Centenario inundado casi en su totalidad, un Monumental que parecía un billar pero terminó siendo una pileta y un Cilindro de Avellaneda donde Racing se dio un piletazo, fueron escenarios de verdaderos papelones arbitrales, cuando ninguno de los partidos estaba en condiciones de jugarse. Más allá de que los equipos que prefieren jugar por abajo, a los toques (como River y Newell’s) se veían más perjudicados, cuando no sabés si la pelota se queda o sale disparada, o cuando tirarte a barrer una pelota es un peligro para todos, los partidos simplemente tendrían que suspenderse.
A pesar de todo, la pelota rodó la tarde del domingo (bueno, lo de “rodó” es un decir…) y el partido puede verse de varios puntos de vista. Considerando que veníamos de perder contra Banfield, y que River después dejó puntos en el camino, el empate no sirve. Aunque todavía falta y tenemos que enfrentarnos con varios de los equipos que están ahí arriba, el panorama es complicado.
También podemos decir que nos volvimos sin lesionados. Alguno me dirá que Víctor López se lesionó, pero tengo entendido que no lo arriesgaron por el estado del campo. Si vienen River y los primos, prefiero tenerlo a él y no al pibe Ortiz (madre de Dios…) en la zaga central.
Por último, creo que hubo cosas para destacar y otras negativas. Entre las primeras está el aceptable nivel de Orzán haciendo el trabajo sucio en el medio, el buen partido de Maxi y Casco (Dios sabe que los necesitamos), buenas actuaciones de Lucas y el pibe Figueroa, la vuelta de Mauri Tévez y un ENORME partido de Ustari (aunque tener a un arquero como figura preocupa un poco). Fueron muy malos el partido de Ortiz (exceptuando el corte a Cabrera cuando se estaba acomodando, resolvió mal casi todas las que pasaron por sus pies), el arbitraje (que no convalidó un penalazo a Figueroa), el payaso de Elio Rossi todavía comentando en el fútbol de primera, y el anti fair play del pelado Martínez; que salió jugando de un pique cuando se había interrumpido el partido para atender a un jugador de Quilmes.
Se vienen días y partidos claves para el rojinegro. Ojalá nuestras ambiciones no queden bajo el agua.
