Tristemente tengo que decir que El Cervecero perdió otra vez, e hiló así su tercera derrota consecutiva. El ánimo disminuye, la reacción necesaria no se consigue, y la falta de piezas claves en un plantel corto, influye mucho.
A Quilmes se le notan demasiado las ausencias de Braña y Sarmiento, y sufre horrores no poder parar un 11 de memoria. Es el equipo que más jugadores utilizó hasta el momento, ya sea por lesiones, suspensiones o, en algunos casos, muy bajos rendimientos que obligan a improvisar.
En La Bombonera, no sé si para darle al equipo salida, o darle salida a Scifo del equipo, Carrasco se paró como marcador de punta, y así le fue. Fiel a su posición natural de volante, se la pasó de 3/4 para adelante y haciendo o aprovechando faltas para poder volver. El equipo pasó poco tiempo con 4 abajo, de manera mentirosa, y quedó muy desprotegido.
Boca, con poco, nos hizo sufrir mucho. El tanto fue tras un pase al medio mal marcado, hasta con la suerte de que el remate se desvió en un defensor, se levantó y se clavó en el ángulo. En una charla llena de bronca e impotencia, un amigo me dijo: "Hay desconocimiento. Juegan a la pelota, se creen que es el barrio, en sentido negativo. El gol es de equipo amateur, de gordo comeasado que le da la pelota al contador que si corre a más de 2 kilómetros por hora, se disloca la cabeza". La analogía suena chistosa pero a la vez es triste, y desgraciadamente cierta.
Acá faltan estabilidad y experiencia; se necesitan trabajo y referentes. Tanto para trabajar como para recuperar jugadores, se requiere algo fundamental que se está agotando, y eso es el tiempo. ¿Será tarde para evitar que esta trilogía mortal de derrotas tenga como secuela otro episodio lamentable? Esta película ya la vi, y cuesta pensar en una distinta.
Por lo menos, así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO - @adrian28qac
