EL TIRO POR LA CULATA
Jamás nos importó la manija de la prensa. Ni tus goleadas a equipos en formación o desbastados por malas administraciones. La seguridad de sabernos bien estructurados a lo largo del tiempo se trasmite desde la dirigencia y el cuerpo técnico, hasta desde las tribunas.
La inmensidad de partidos ganados ante el conjunto de Nuñez le da al hincha la confianza de saber que siempre podemos ganarles. No importa si vienen punteros o de pelear un descenso, nunca desaparece esa sensación. Más aun si sabemos que nuestro equipo se viene reencontrando con el fuego sagrado, dejando todo por el compañero, siendo los delanteros los primeros defensores y viceversa. Sabiendo lo que los jugadores sienten y cómo transpiran la camiseta, ese sentimiento de confianza aumenta aún más.
Es cierto que el trámite del encuentro fue parejo. Y hasta puedo admitir que el empate fue justo. Pero no pueden dejar de reconocerme el respeto que nos tienen. Les tiemblan las piernas cada vez que enfrentan esas once camisetas granates. Respeto ganado a fuerza de victorias resonantes, tanto en nuestra casa como en la de ellos. Respeto que se transforma -en muchos casos- en bronca, sentimiento que los hace apelar al juego sucio, a pegar sin pelota, y a hacer todo lo que sea necesario para sacar de partido a nuestros jugadores.
Esta vez fue Teo, el desagradecido de la vida. Aquel que luego del suceso con arma de fuego en Racing, tenía su carrera terminada. Fueron varios de estos jugadores que le abrieron las puertas de nuevo a su mundo, y hoy les pega de atrás. Pero bueno, me conforma verlos festejar un empate. Empate que nos mantiene distantes, pero expectantes. Tené cuidado, Teófilo, el tiro te puede salir por la culata...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GRANATE
