NOVEDADES

23 septiembre 2014

RELAJADOS


23 septiembre 2014

No conozco nadie que tenga una explicación certera de lo que le pasa a Huracán. Nadie que a la hora de encontrar alguna respuesta no termine alcanzado por la bronca. Desilusión, angustia y, por qué no, odio son los sentimientos que pueden leerse en las redes sociales, en los foros o conversando con amigos y vecinos. Algunos descargan contra el presidente, otros contra el técnico, la mayoría le apuntan a un grupo de jugadores.

Yo también he insultado uno por uno a todos los que intervienen en el fútbol de Huracán. Es que, de verdad, no puedo creer la realidad que estamos viviendo. Repasemos: Jugamos un torneo donde ascienden cinco de once y resulta que llegando a la mitad del campeonato estamos en el octavo puesto, ganamos solo dos partidos y de los últimos siete (sin contar el de Temperley, único atisbo de buen fútbol del semestre) ganamos uno, empatamos tres y perdimos otros tres, metiendo cuatro goles y recibimos nueve.

Como vemos, por ahora, esta campaña no alcanza para nada más que para humillar nuestra camiseta, nuestro club. El equipo parece estar jugando y ganando el premio a los vírgenes del fútbol argentino, que viene acompañado con la medalla “merecimos más, pero el árbitro…”. Son todos “el hombre que anti traspira” de la propaganda, mientras que los hinchas, boludos, estábamos convencidos de que teníamos un grupo de gladiadores que iban a dejar la vida por la casaca.

No me animo a pedir que se vayan todos porque Huracán necesita de cada uno de los que forman parte de este proceso. Pero cada uno debe asumir su rol con la entrega y el compromiso que corresponde: Los dirigentes deben dirigir, encabezar, ser la autoridad de la institución, no puede ser que estén ahí solo como un medio para satisfacer los caprichos de un grupo de señoritas que no viaja en micro, que no se quiere entrenar en la quemita, que concentra en un hotel del centro y que no dejan nada, pero absolutamente nada en cancha. Es hora de que le empiecen a devolver Huracán algo de lo que mucho que reciben por vestir esta camiseta y el técnico tiene la obligación de hacer que eso suceda, porque este es su equipo, lo armó él, son sus refuerzos, sus jugadores. .

Acá todos descansan sobre triunfos que presentan como determinantes y categóricos, se creen que por haber jugado un desempate por el tercer puesto son intocables o que por haber ganado una elección son los dueños del club. No subestimen más a la gente de Huracán, el cariño y la confianza depositada sobre los dirigentes, el cuerpo técnico y varios jugadores debe renovarse todos los días a fuerza de sacrificio y compromiso. Están muy tranquilos con una corona de laurel que va perdiendo sus hojas todos los días.

Hay que avivarse, salir del letargo, no hay más tiempo. No hay más posibilidad de error. O cambiamos ahora o esto se va todo a la mierda, y se va con todos adentro: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, todos. Se vuelve insostenible esta situación en el tiempo, ya estamos al borde de caer en un lugar sin retorno. Estamos ante la última posibilidad. Todavía la matemática nos coloca en la pelea, pero hay que tener ganas de pelear y el que ya no quiera levantar la guardia, el que este cómodo con su cuenta sueldo y no necesite nada más que dé un paso al costado.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO @1mtrQuemero
Share This :
 

Top