El del último sábado fue, ante todo, un triunfo necesario. Este grupo venía golpeado, por los resultados y también por el rendimiento, por eso los tres puntos que se trajo son valiosos por donde se los mire.
Una vez más quedó claro que cuando este equipo logra plasmar su idea , los resultados aparecen. Presión, transición rápida y juego vertical, las claves de un triunfo enorme. El desafío es y seguirá siendo buscar alternativas para no morir siempre con las mismas botas puestas.
Esta demostrado que a este plantel le quedó demasiado alta la idea de la triple competencia que se planteó al inicio de la temporada. Un grupo corto que da hasta donde puede y demuestra que descansado, jugando una vez por semana, le puede dar pelea a cualquiera donde sea. Es la realidad , poner la vara demasiada alta puede confundir y llevar a cuestionamientos pocos fundados.
El sábado el cuerpo técnico y el plantel se hicieron cargo de los que le toca. El equipo mejoró, se olvido del pelotazo sistemático y los que tenían que dar un paso adelante lo hicieron. Los Fernández se despertaron, Rojas empezó a jugar y al sacrificio se le agregó fútbol, ese que parecía olvidado y casi imposible de recuperar.
GIMNASIA es esto y cuando digo esto, pienso en un plantel corto en número y recursos, que necesita laburar toda la semana para que, cuando llegue el domingo, los once estén dispuestos a defender la causa y a dar el 100, de otra manera paga y paga caro.
Ojalá llegue el día que una comisión directiva este a la altura de aquellos que quieren un GIMNASIA grande, para que las individualidades dejen de ser esfuerzos aislados para transformarse en un colectivo que tire para el mismo lado de una vez y para siempre.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
