El campeonato de la “B” nacional no es ajeno al desorden que hay en la AFA. Ese desorden hace que el tratar de entender en dónde estamos sea cada vez más difícil. A ver, empecemos por el principio. Hoy en día estamos sextos (afuera de los puestos de ascenso) en la tabla. Obviamente, no es nada bueno. Pero, a la vez,  estamos con 2 partidos o un partido menos que el resto. Por lo tanto, ¿estamos bien o mal? Claramente, bien no estamos. O, mejor dicho, no estamos tan bien como pretendíamos estar.  Me da la sensación que estamos parados en una línea muy delgada. Si hoy le ganamos a San Martín, estamos bien. Nos posicionamos en un buen lugar y nos queda jugar, para terminar la ronda, con Douglas y Ferro que, a priori, son accesibles. Si perdemos, los fantasmas, que tal vez sean el rival más complicado, empezarán a rondar por nuestras cabezas y el miedo de no ascender podría acrecentarse. En fin, son varios supuestos que certezas. Son muchas cuentas.

En cuanto al juego, si bien la derrota con Colón fue muy dura (y mucho más después de que los santafesinos perdieran 4 a 0 con los sanjuaninos), el triunfo por la copa frente a Racing nos da un guiño de optimismo. Igual, no nos olvidemos que hoy en día a Racing le gana cualquiera. Pero pudimos aguantarlos y después de la pegada de Román, manejamos el partido.  Estas últimas líneas dejan entrever el déficit de Argentinos. El Bichi, cuando salimos campeones, dijo: “Quiero un equipo de acción y no de reacción”. Argentinos hoy es un equipo de reacción. Parece que deambula el partido hasta que algo cambia el rumbo. Contra Colón nos hacen los goles y sale a atacar desesperado. La pregunta es, si no íbamos perdiendo, ¿hubiésemos atacado tanto? No creo. Contra Racing lo mismo. Después del gol, controló el juego y creo más situaciones de gol. Si Román no la clavaba, ¿hubiésemos controlado el juego? No creo. Por lo tanto, para no tener que hacer más cuentas (que ya ni se cómo hacerlas), tenemos que empezar a ser un equipo de acción. ¿Qué mejor momento que hacerlo en San Juan?
Por lo menos así lo siento yo.