¡Huracán esta anteúltimo la puta madre que los pario! ¡An te úl ti mo! Jugando el torneo más pelotudo de la historia del fútbol argentino apenas estamos un punto por sobre Santamarina, un equipo que hasta hace dos meses ni sabíamos que existía. Discúlpenme si estoy demasiado caliente, el tema es que no le encuentro ninguna explicación posible a este presente, solo sé que no nos merecemos vivir esto.

Es increíble el transcurso errático de este torneo: primera fecha, futbol de alto vuelo, nos comíamos a los chicos crudos, después de eso, un desastre. Jugamos contra el primero, ganamos, y otra vez en caída libre. Cuando todo está a punto de explotar, le ganan a Banfield, jugando para el orto pero poniendo gana$ (que hasta ese momento habían desaparecido) y el partido con All Boys ¿qué mierda pasó? No tengo dudas de que el primer tiempo debe haber sido de lo mejor que hizo Huracán en el torneo, sin embargo, otra vez nos meten un gol de contra y se terminó el partido. No podemos perder con los muertos esos, no tienen nada, intenaron atacar dos veces y las dos veces llegaron al arco, dejense de joder...

Que alguien le explique a los hinchas qué es lo que pasa ¿Por qué no quieren ascender? ¿Por qué son tan cagones, tan pecho frio? ¿Por qué no juega Wanchope? ¿Por qué entra Torassa todos los partidos? ¿Por qué hace tres fechas que no metemos goles? ¿Por qué todos rompen las rachas con nosotros? ¿Por qué levantan la mano y no siguen la jugada? ¿Por qué no saben sacar un lateral? ¿Por qué el mejor jugador es el arquero? ¿Por qué estamos anteúltimos? ¿Por qué solo se les ocurre tirar (malos) centros? ¿Por qué los árbitros nos toman el pelo? Y fundamentalmente ¿Por qué no ponen los huevos?

Yo no tengo respuestas, solo una tristeza inconmensurable, un bajón que no me aguanto a mí mismo. Pienso en el globo y veo un gran singo de preguntas puesto sobre el horizonte. No quiero ni pensar en qué pasaría si no ascendemos… ni pensarlo.

Todavía creo (sueño) que el ascenso es posible, pero las cosas deben cambiar ya. Es necesario un sinceramiento de todos, donde el que está verdaderamente comprometido con el club se quede, juegue y ponga todo en la cancha y el que siente que no quiere seguir, todo bien, que se le pague el contrato, que siga entrenando pero que no interfiera entre Huracán y el ascenso, no podemos seguir sumando palos a esta vieja y achacada rueda.

Necesitamos los seis puntos de esta semana para terminar esta rueda y empezar la otra con cierto tipo de alivio.

Por lo que más quieran, ganen.