NOVEDADES

16 septiembre 2014

LA ACADÉ


16 septiembre 2014

LLOVIDO SOBRE MOJADO
Y sí. Si algo le faltaba a nuestro anegado camino era un finde apto para arcas de Noé. Donde no hubiese fútbol sino una disputa en el lodo para comprobar cuántos jugadores lesionados sumábamos a nuestra lista de ausentes. Porque, convengamos, el partido debió suspenderse antes de comenzar. Pero… las otras copas… que la televisación… bla. Ajo y agua. Mucha agua. Tanta que, después del acrobático chapuzón de Videla, Beligoy decidió (tarde) suspenderlo. Aunque esta vez no hay que caerle al árbitro porque harto obvio es que no decide sólo él (perdón, no decide él).

Nuevamente, se torna muy difícil comentar un partido: Los dos anteriores por los choreos que se volvieron vox populi y, en la bombonera, porque el fútbol se juega sobre césped, no en el agua. Ergo, no es fútbol. 

La pelota no podía trasladarse a ras del piso y era imposible dar más de dos pases seguidos. Como un juego de la oca: caían en casillas al azar donde podían hundirse, sufrir esguince, dejar la pelota muerta en un charco o practicar patitos y entregársela al portero de casa amarilla. “Tirá para arriba, tirá para arriba”, gritaban los técnicos emulando a Miguel Mateos. 

Un espanto más parecido al rugby que a nuestro querido balompié. Sólo me resta felicitar a los protagonistas quienes, a pesar del despropósito de jugar en tan adversas condiciones, dejaron todo y (salvo un par de excepciones) trataron de no lastimar al contrario. 

Faltan treinta y tres minutos por jugarse. No está dicha la última palabra. Y tampoco están dichas las últimas palabras deste comentario. Cuando se complete, completaré la nota. Bienvenida la deforestación, la primavera ahora se llama época de lluvias.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO

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