NOVEDADES

09 septiembre 2014

EL CERVECERO


09 septiembre 2014

FESTEJAR PARA SOBREVIVIR 

Si hay una frase que no me canso de repetir, es la que dice "qué lindo es el fútbol". Sea ante resultados positivos o negativos, siempre rescato su capacidad de envolver a quien lo ama con cosas que no se pueden explicar. Como todo amor, que sin que entendamos cómo ni por qué, nos puede transportar en un instante de la más cruda tristeza a la más eufórica alegría. Así es el fútbol, siempre lindo, y directamente hermoso cuando el equipo que te hace amarlo, lo juega bien y te regala buenos ratos.

Quilmes atraviesa momentos difíciles que en la última semana salieron a relucir demasiado. En lo institucional, grandes problemas económicos que hasta hicieron correr rumores de que el Estadio Centenario no iba a abrir sus puertas para esta fecha. En lo deportivo, un flojo comienzo de torneo que hizo que a muchos se les olvidara el proyecto a largo plazo y comenzaran a cuestionar a todos, cuerpo técnico y plantel. Entre tanto malestar, encima había que recibir a esos que convierten el fútbol en una cosa desagradable. Obviamente, Arsenal.

Se necesitaba ganar para levantar la moral, ante un rival siempre duro y nada querido en el barrio, lo cual era importante en varios sentidos. En lo numérico; en la cabeza del entrenador; en la confianza de los jugadores; y en el orgullo del tablón por la pica existente con tal espanto de casaca celeste y roja, a quien había que cortarle una racha de 4 victorias seguidas en nuestra casa. Y vaya si se logró. En contra de cualquier pronóstico, se comieron un paseo bochornoso que los va a dejar puteando avergonzados y envenenados por tiempo indefinido; los clavamos una vez por cada partido que llevaban ganado en Quilmes de manera consecutiva; el equipo jugó bien en todos sus sectores; los cambios dieron buen resultado por primera vez; y la gente pudo descargar toda la furia acumulada en un enorme y merecido desahogo.

Haberle hecho Quatrocchi a Arsenadie para cerrar no solo la fecha, sino además montones de bocas que se abren solamente para criticar en las malas y chapear en las buenas, fue la forma soñada de escaparle a la tristeza que intenta matarnos de a poco. Es impagable mirar a un lado y encontrar sonrisas que se contagian, y dicen por ahí que la muerte se inhibe ante la sonrisa. Eso, justamente, es lo que necesitaba mi Cervecero querido: festejar para sobrevivir.

Por lo menos, así lo siento yo.

ADELANTADO CERVECERO - @adrian28qac 
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