Calentura mezclada con impotencia que, indefectiblemente, deriva en tristeza. No sé si lo que siento es resignación, o es que cuando ya te acostumbrás a que las cosas no salgan y encima te tengan de punto, te lo tomás con más calma.
Quilmes tiene muchas debilidades, sí; pero es más complicado todavía si siempre se equivocan, digamos, para el rival. Es más allá de una simple llorada si van tres fechas en las que nos cobran penales "dudosos" en contra cuando tenemos el arco en cero. Te tira abajo que si a pesar de lo humilde del equipo, no le pueden hacer un gol, se lo hagan igual por esa vía y se arruine el esfuerzo. Lo peor es que a los que nos dirigen, siempre los suspenden por mal desempeño o salen a disculparse ante la prensa. Buenísimo. Eso no nos sirve.
Y por nuestro lado específico, somos verdes. Será porque se juega con muchos jovencitos y que los más grandes a veces son más peligrosos que los pibes, pero una vez que se abre el marcador, nos come la desesperación y ahí quedamos. Otra vez, ya la tercera, que nos hacen dos goles en un par de minutos. Estaba parejo y se fue pique en un parpadeo. De los 42 minutos en adelante, el Granate fue un justo ganador. ¿Qué voy a decir? Si hicieron lo que quisieron.
Ni siquiera la cuotita de suerte nos queda. Pelotas en los postes, y que cada vez que algún jugador rinde, se lesiona. Braña se hace dueño de la mitad de la cancha, afuera; Sarmiento vuelve locos a los rivales y mete goles, afuera; Carli empieza a recuperar seguridad en defensa, afuera. Hasta con los que entran un rato y pintan bien nos pasa, preguntales a Montaño e Ilarregui si no.
Paciencia y unidad es la única esperanza, así y todo no pienso todavía en medidas drásticas. Creo que hay que continuar con el proyecto de este cuerpo técnico y plantel nutridos por la cantera, que con los jugadores en condiciones y un poquito menos de incidencia desde afuera, la levantada tiene que venir.
Por lo menos, así lo siento yo.
ADELANTADO CERVECERO - @adrian28qac
