Subibaja. La única palabra que se me viene a la cabeza después de analizar la primera parte de este Torneo. No es por los números, si hoy terminara todo esto, estaríamos en Primera (con 29 equipos más).
Lo que también hay que analizar es el rendimiento, los resultados puntuales pueden ser engañosos, por ejemplo la goleada contra San Martín del viernes fue un festival dedicado a la eficacia de los cuyanos. Sin embargo, más allá de eso, si se hace un análisis no tan profundo, se pueden encontrar detalles que hacían presagiar que un resultado parecido al del último partido se podía dar.
Desde el comienzo, la defensa de Colón no fue lo que era. Algo totalmente lógico, se nos fue el mejor 5 de la Argentina, un 2 con experiencia, y uno de los mejores arqueros del campeonato de Primera. Se los reemplazó, en un principio, bastante bien, el arquero está respondiendo, pero la defensa no es la misma, está claro que Landa no es voz de mando, y, de los que jugaron a su lado, solamente Lazzaroni estuvo a la altura en algunos partidos. Pero a lo que me refiero es que desde el primer partido le crearon situaciones claras de gol a Colón, en algunas las impericias del delantero y en otras el arquero o la fortuna, hicieron que la pelota no entrara. El partido del viernes fue totalmente al revés, pero, repito, esto se veía venir.
¿Qué es lo más preocupante del caso? Que el DT, la única respuesta que tuvo para resolver este problema sea agrupar el equipo bien atrás, defendiendo vaya uno a saber que cosa desde el primer minuto.
En esto hay cuestiones relativas, por ejemplo la cantidad de delanteros que se usan por partido. El cuerpo técnico seguirá diciendo que Villarruel es un delantero neto, pero si juega corriendo al lateral rival y no al revés, es inútil su esfuerzo. Por el otro extremo de la cancha pasa lo mismo, sea el nombre que sea.
Este DT se define como aprendiz de Bielsa, o de haber mamado la escuela de Ñuls, pero lo que menos tiene Colón es esa ambición de salir en cualquier cancha a buscar el único resultado que le interesa, que es ganar.
Los medios para llegar al fin esperado, el año pasado no se discutían porque eran la manera que encontró el grupo de hacerse fuerte ante semejante adversidad. Hoy en día, insistimos, esos medios son insuficientes. Colón es un club demasiado grande como para ceder tanto terreno, sea de visitante o de local, y especular con el resultado. No estoy ajeno a las exigencias del torneo y demás cuestiones, pero es momento, según mi humilde parecer, de dejar de apostar por la mediocridad, y salir a buscar, de una vez por todas, lo que todos necesitamos de la manera que nuestra gente siente, que es achicarse nunca, en ningún lado y ante nadie.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO - @Piguyi2011
