Hay cosas básicas que te dicen desde chico. Son consejos simples, que no debés olvidar:
No hay que comer sandía con vino porque te explota la cabeza. No hay que meterse al mar después de almozar porque te podés ahogar. No hay que pasar por debajo de una escalera porque vas a convertirte en el solterón del barrio. No hay que comer pesacado si tiene olor porque vas a morir intoxicado. No hay que entregar el salero de mano en mano porque te va a caer una maldición. No hay que echarle agua hirviendo al mate porque se quema la yerba. No hay que mezclar hidratos con proteínas porque te hace engordar. No hay que sacarle fotos con flash a los bebés porque los podés dejar ciegos. No hay que acariciar a los perros desconocidos porque te pueden comer la mano. No hay que poner a tus defensores más atrás de la línea de la barrera, porque Pisculichi puede darle con rosca al área chica mientras te hacés la del Monetti.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
