Están muy de moda las “historias” a lo Paulo Coelho. Esas que cuentan breves historias para luego “dictaminar” o “enseñar” algo con su consecuencia. He aquí dos pequeñas historias.
Muchas veces cuando estuvimos en la primaria y/o secundaria nos tocó hacer un trabajo práctico en equipo. Y la cosa generalmente era por grupos integrados de cuatro a seis personas. En mi caso fueron seis casi siempre. Pongámosle que sean cuatro. Imaginemos que entre los cuatro tienen que leer determinado libro y luego realizar dos preguntas cada uno. Estos cuatro chicos se ponen de acuerdo y deciden “repartirse” las cuatro preguntas, se subdividen el libro en cuatro y cada uno responderá su pregunta con su parte leída. Pasan los días y el momento de compilar el trabajo se dan cuenta que solo uno leyó lo que había que leer. El pánico se apodera de los otros tres. En síntesis uno cumplió como corresponde, el otro lo hizo a medias y los otros dos boludearon todo el tiempo y no hicieron la lectura. Entregan el trabajo y obviamente no están aprobados. Les ponen un cinco, les falto dos puntos para aprobar. Es decir que si los dos que se “colgaron” hubiesen hecho lo suyo aunque sea a medias, aprobaban, raspando pero aprobaban.
Vayamos a otra historia parecida. Una maestra tenía dos cursos. Con la salvedad que este año en lugar de estar en 4° están en 5°, porque han pasado de grado. Entonces decide ver cuál de los dos cursos era mejor “académicamente” hablando. Como en toda división, los del fondo son los problemáticos, los del medio se esfuerzan y los de adelante son los más aplicados. En ambos cursos decide hablarles bien. Alienta a que los del fondo dejen de pavodear, a que los del medio se esfuercen el doble y que los de adelante prosigan por esa senda. Viene el día del examen y nota que en el primer curso la cosa esta peor que antes. En el fondo alguno boludea, otro cancherea, en el medio siguen esforzándose pero se distraen por los de atrás y los de adelante siguen igual, efectivos y aplicados. Por obvias razones le va mal y el otro curso sin cambiar mucho, le gana al primer curso.
Uno podrá ver cómo estas dos pequeñas historias se asemejan a la actualidad de Banfield. Mientras los de arriba siguen generando y generando situaciones, los de abajo están dispersos, se equivocan fácil, el arquero medio que cancherea y todo esto arrastra a los del medio. Ojo esto no es solo contra Defensa y Justicia, se vio en el primer partido y también en varios del Nacional B, salvo que acá al primer error te vacunan. Cuando los del fondo no cumplen su tarea, los de arriba por más afilados que estén no pueden ganar solos el partido. Usted me dirá que falta Bianchi Arce, Eriviti y Bertolo. Tiene razón.
Párrafo aparte para Servio, una mala tarde la puede tener cualquiera, no es para que algunos lo silben como lo hicieron —hemos bancado sin ir más lejos a tipos como Nieto o Andrés Díaz sin chifle alguno—, pero el tema que molesta más que nada es el “canchereo” que suele hacer cuando quiere salir jugando, cuando en algunas ocasiones caga a pedos a los compañeros o cuando quiere hacerse el Neuer y jugar como libero —casi lo embocan desde la mitad de cancha contra Defensa, menos mal que pegó en el palo—, otra cosa que molesto fueron sus declaraciones post partido. Tiene una personalidad conflictiva. Particularmente a mí mientras en la cancha rinda, eso no me importa. Antes no era un ídolo, después del partido contra el Halcón tampoco es el peor arquero. Va a revertir ese mal partido que tuvo seguramente, me parece algo exageradas sus declaraciones y los silbidos luego del partido. Creo que él y los que lo silbaron, deberían bajar un cambio, esto recién empieza y solo falta que los de atrás del “aula” se pongan un poco más las pilas y estaremos para cosas importantes.
Desde este humildísimo lugar, quería mandarle un fuerte abrazo a Matías Almeyda y a los suyos por intervención quirúrgica que tuvo su padre. Que tenga una pronta recuperación y que ojalá, en breve, su única preocupación en la vida solo pase por cuestiones futbolísticas.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TALADRO - @Yuainjaim