En este fútbol de hoy en día, donde las brechas son cada vez más cortas, un equipo no puede darse el lujo de despilfarrar cuatro o cinco chances claras de gol. De hecho, cuando uno se toma semejantes licencias termina casi con seguridad perdiendo el encuentro. Y esto le sucedió a Lanús ayer, en Rafaela.
Este equipo no solo desaprovecho unas cuantas situaciones de gol. También regalo un tiempo, el primero. Salió a la cancha a esperar que pasaba y cuando se dio cuenta que estaba en desventaja ya perdía por dos goles. Si bien el “Chino” Romero parece ser la única carta goleadora de este semestre, se empecina en hacer siempre la difícil y termina perdiendo pelotas que comprometen a sus compañeros de defensa que no pasan por su mejor momento. Tenemos un Santiago Silva que cada día que pasa juega más lejos del área rival y le cuesta horrores generarse espacios.
En fin: se perdió, pero también en la derrota hay cosas positivas. Se ve un Ortiz movedizo y criterioso, un Valdez Chamorro incisivo y un Marchesin que desde hace cuatro años a la fecha jamás bajo su rendimiento.
No merecimos perder, pero en el futbol como todos saben ganan quienes convierte, y hoy ese fue Rafaela. En seis días recibimos al equipo La Plata, ese que tanto nos ha costado ganarle en los últimos años. No bastará solo con generar seis o siete situaciones. Será necesario también salir concentrados y con la misma actitud del segundo tiempo ante Rafaela. Esto recién comienza y se puede mejorar, estará en Guillermo y sus dirigidos enderezar el rumbo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GRANATE