ENDEREZANDO

En el partido contra River por Copa Argentina, se pudo ver a un equipo, si se quiere, recuperado en comparación a lo mostrado en Jujuy. No en la parte futbolística, sino en la manera de encarar el partido. Por lo menos el equipo se paró unos metros más adelante, y trató de presionar al rival, aprovechándose de la forma de juego de éste, mucho más generosa que el Lobo jujeño, y que casi todos los participantes del Torneo de ascenso que estamos atravesando.

Quedó demostrado que aquello no fue casual, y lo de Jujuy tampoco. Si el equipo se paró diferente, fue por orden del DT, y no por inercia. El partido contra Chicago, si dejó algo positivo fue la vuelta de esa actitud de querer ganar el partido que faltó contra Instituto, y ni hablar contra GYE en Jujuy.

Pero más allá de la cuestión futbolística, desde estas líneas quiero destacar algo que viene ocurriendo dentro del club y que, por la naturaleza misma del movimiento, no es percibida por el hincha común. Desde el momento en que se conformó la actual CD, se empezó a respirar otro aire en Colón. Concretamente, el hincha se sintió un poco más dueño del club. Siempre lo fue, eso es cierto, pero desde hacia 7 años, las puertas del club estaban cerradas para cualquier tipo de contribución, más allá de algún sorteo de camisetas, o cosas por el estilo. Hoy eso está cambiando, hay mucha participación de peñas y filiales que, de a poco, están devolviéndole al club, parte de la mística perdida. En el partido contra Chicago, se homenajeó a Motoneta Lopez, por ejemplo. En diversas peñas se están recordando días que para la memoria del sabalero de ley, están grabados a fuego, como el primer gol en una copa Internacional, o los 50 años del partido contra el Santos. Y así como esos, vendrán varios recordatorios y reconocimientos más.

El pueblo sabalero se empieza a erguir a partir de construir una base asentada en su memoria, en historias dignas de recordar y de reconocer como propia.

Cada uno de nosotros entiende que cuando conmemoramos hechos importantes para el club que estamos orgullosos de haber vivido, o escuchamos de boca de nuestros padres o abuelos, construimos nuestra identidad y se forma la mística que moldea al hincha sabalero.

Por más peñas, filiales que signifiquen la vuelta de nuestro querido Club adonde pertenece, entre los grandes.

¡Salud!