NOVEDADES

26 agosto 2014

EL MILLO


26 agosto 2014

HAY IDENTIDAD, HAY RIVER

¿Qué decir, no? ¡Por fin, viejo! Por fin vemos a once tipos transpirar la camiseta y jugar a un toque, con explosividad, con precisión, ahogando al rival en cada sector de la cancha. Por fin vemos a un River que no deja de apretar el acelerador a pesar de estar ganando por tres goles de diferencia. Es que así lo marca nuestra historia, y así parece que lo ha logrado plasmar Gallardo en las cabezas de los jugadores. Esa fórmula que sólo alguien del riñón de River puede conocer, la fórmula que el resto de los equipos mal llamados ‘grandes’ no tiene y nunca va a tener. Porque grande hay uno solo, y no porque le llenamos la canasta a Godoy Cruz, eh, sino porque la intención de jugar va desde el minuto 0 al 90, ganando, perdiendo o empatando. Aunque ahí habría que hacer un paréntesis ¿No? Sería una cagada que Sánchez se haya lesionado en esa corrida de treinta, o cuarenta metros innecesaria que mete faltando cinco minutos para el pitazo final, y con el partido cuatro a cero. Sería una cagada, también, que la amarilla de Kranevitter…Bueno, no voy a ser tan piedra, ustedes ya saben y entenderán, je.

River fue una orquesta, una sinfonía que no paró de tocar durante todo el partido al compás de los hinchas neutrales, que se emborracharon en la tierra del vino con ese juego vistoso que ofreció el actual campeón del fútbol argentino. Y hubo puntos muy altos, que ratifican cada vez más que el once sale de memoria, y también nos agarra ese miedo escénico cuando pensamos “¿Y si se lesiona tal?” Mientras no entre Ponzio, todo bien. ¿Y por qué sale de memoria el once? Porque Barovero tiene pinta de panadero, pero andá a hacerle un gol de afuera del área. Porque Mercado de a ratos se convierte en Dani Alves. Porque Maidana va a trabar hasta con la cabeza. Porque Ramiro, como dije la semana pasada, se tragó a Beckenbauer (y esperemos que siga un tiempo largo haciendo la digestión y no lo cague). Porque Vangioni es un tractor por la banda izquierda. Porque Kranevitter corre, mete y juega. Porque Rojas es la segunda guitarra perfecta, aunque toca en silencio y sin chistar. Porque Sánchez tiene un pedo en el culo y está sujeto a una regularidad que sorprendió a más de uno. Porque Piscu se adaptó muy bien al esquema y no le pesó la banda. Porque Mora dejó, al menos esta fecha, esa laguna en la que entra muy de vez en cuando, y jugó un partidazo. Y fundamentalmente, porque mientras Teo baile, la orquesta va a seguir sonando. Todos corren, todos meten, todos juegan. No hay excepciones.

Lo que si hay, es identidad. Hay River, señores, y esperemos que para rato.

PD: Y que no se hable más de Ramón. Si River gana, se habla de Ramón, si River pierde, se habla de Ramón. Si River empata, también Ramón. Ramón ganó, con sus armas y sus planteos, sus virtudes y sus cagadas, casi un tercio de los títulos que tenemos. Dejemos de hacer comparaciones burdas y estúpidas, y disfrutemos de lo que nos dio el riojano en un pasado, y lo que nos está dando Gallardo ahora y lo que, esperemos, nos va a dar. Salud.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO
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