Quisiera poder dedicar estas líneas a hablar de fútbol. Sin embargo se me quema la cabeza intentando combatir la frustración que me genera no tener entrada para el miércoles y esperando una posible o imposible solución al tema.
Mis argumentos son ser socio desde 2008, pagar la cuota mensual por débito automático y estar pagando un m2 en 36 cuotas. Mis posibilidades de acercarme a comprar el ticket eran un par de horas pre o post horario laboral. Claro que se vuelve una escasa disponibilidad en comparación con aquellos que se fueron a pasar la noche y medio día más a la cola. ¿Está bien? ¿Está mal? ¿Es justo? ¿No es justo? Es como es. Es como es la Argentina que nos incluye a todos en la mediocridad. Bueno, compréndanme.
Todos los cuervos vivimos una ansiedad terrible, en aumento desde aquel cinco a cero a los bolivianos y a punto ebullición desde la puta última jugada del miércoles pasado. Quiero que pase, quiero que termine, que sean las once y cuarto del miércoles. Quiero descargar la angustia, liberar la presión, perder la voz, salir a festejar.
Ojala sea en el estadio. Siento que merezco estar ahí. Hasta que no empiece el partido mantengo la ilusión. Si estoy ilusionado con ganar la Copa, cómo no voy a estar ilusionado con estar ahí. Si alguien tiene alguna información, por favor, comunicarse con el blog. ¡Se agradece!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO