Sábado a la tarde. Todo listo para que Argentinos jugara por la tercera fecha contra Gimnasia de Jujuy. Tranquilos, íbamos al DAM para esta nueva etapa. 90 minutos después, nos volvíamos con caras largas y preocupados. ¿Qué pasó en el medio? Pasó lo que nadie quería que pase: Una derrota, un baldazo de agua fría. ¿Es para preocuparse? No. ¿Es para alarmarse? Si. Y son 2 cosas bien distintas.
Cuando se empieza una nueva etapa, con muchos cambios, con nuevas ideas, es de esperar que se tome algún tiempo en adaptarse. Ese tiempo necesario varía respecto a los objetivos. Como tenemos objetivos altos, ese tiempo es mayor. Como pasó contra Boca Unidos o contra Instituto, el peso específico de las individuales hace que, a pesar de no jugar bien, se obtengan resultados positivos. El sábado no fue así. A pesar de que tuvimos chances para empatar, estas no se dieron y después, de contra, nos liquidaron. Con respecto a esto último, yo no estoy muy convencido de “regalarse” tanto atrás en pos de buscar el empate. Sin embargo, el Argentinos campeón del 2010 lo hizo en varias oportunidades y dio vueltas varios resultados (Arsenal, San Lorenzo e Independiente se me vienen a la cabeza).
De todas formas, son decisiones del Bichi que se respetan. Más allá de que sea una persona que influyó en gran manera en las 5 estrellas que tenemos en la camiseta, apoyo totalmente la idea de bancar en las decisiones del técnico, a pesar de no estar de acuerdo. Sino, todo se convierte en un caos e, indefectiblemente, se transforma en insultos y nervios dentro de la cancha.
Lo que nos tiene que dejar en claro lo que pasó el sábado es que el peso propio de los jugadores no nos van a hacer ganar partidos. El equipo tiene que encontrar el funcionamiento y tener las ideas claras. La situación es para alarmarse, pero es bueno que la alarma venga rápido. El objetivo que tenemos no es solo ascender, sino dejar una buena base para los otros campeonatos. Ascender y cambiar la forma no lleva a nada.
ADELANTADO BICHO.- @patur131