SIN FUNCIONAMIENTO
Existen dos opciones: 1) Sumarse a la algarabía generalizada y salir a tocar bocina revoleando la camiseta, afirmando "se ganó, y es lo único que importa".
2) Tratar de analizar lo sucedido e intentar comprender el desarrollo de las acciones, para entender la victoria y saber dónde está situada la Selección de cara al futuro.
Francamente no soy muy amigo del fanatismo. Me encanta desmenuzar los movimientos tácticos y estratégicos que caracterizan un partido de fútbol. Más allá de que también incluyo el azar y lo imprevisto como parte de este hermoso deporte.
Frente a Suiza, una vez más, vi un mediocre combinado nacional. Ante un equipo claramente replegado en su propio arco, el conjunto de Sabella no supo cómo atacar, se desvaneció en intrascendentes centros a un desconocido (desde que comenzó el Mundial) Higuaín y equivocó los caminos para vulnerar.
No es novedoso que la recomendable forma de entrarle a un rival que se "cuelga del travesaño" es abriendo la cancha, justamente para generar zonas de penetración. Bueno, el director técnico argentino colocó a Lavezzi por izquierda y Di María por derecha, ambos con pierna cambiada tendieron a encarar hacia su perfil hábil y cerrar la cancha permanentemente. En lugar de abrirla. Error de Sabella.
Por otro lado, contra una Suiza que cada vez se paraba más atrás, ¿es necesario mantener cuatro defensores contra un solo delantero? ¿No era momento de Maxi Rodríguez, Ricky Álvarez o Augusto Fernández por un lateral, Zabaleta sobre todo? Pero bueno, conocemos la inclinación del entrenador por defender, ser conservador y no asumir riesgos.
Finalmente, cómo no observar una Selección chata, mediocre, que genera más miedos, dudas y nervios que certezas y seguridad, si Sabella no tiene una táctica definida, no logró aceitar un funcionamiento firme, jamás armó una defensa sólida ni construyó un sistema tal como para no depender de Messi o una jugada aislada de cualquier desequilibrante individualidad.
Pasaron Bosnia, Irán, Nigeria y Suiza. Países débiles futbolísticamente con más sufrimiento que templanza. Sinceramente no tengo demasiadas razones para ser optimista.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MENOTISTA
