EL VERDADERO PROBLEMA
El problema no es exactamente haber sufrido durante noventa minutos. El problema no pasa por pararse dentro de la cancha 5-3-2, 4-3-3 o 4-4-2. El problema no fue el flojo rendimiento contra Bosnia ni el bodrio contra Irán. El problema es lo profundo, el rumbo, el fin, la idea general, la mediocridad.
El inconveniente comienza en una escuela surgida en Estudiantes de La Plata. El inconveniente nació con Zubeldía y Carlos Bilardo la profundizó, dándole su forma final. El inconveniente es que sólo importe ganar, no importa cómo ni de qué forma. Y si hay que acudir a alfileres o trampa, da lo mismo.
Hoy, la Selección Argentina sufre estar bajo el bilardismo conceptualmente. Por estos días mundialistas Sabella se olvidó de privilegiar el funcionamiento, llevar a cabo una idea, planificar un estilo de juego e ir perfeccionándolo con el pasar de los partidos. Nada de eso. En la actualidad se piensa cada partido aisladamente. Por eso Argentina carece de una nítida identidad, por eso la Selección no entretiene y mucho menos enamora.
Frente a Irán, se volvió a exhibir tal idea conservadora, temerosa, clásica de Bilardo. Ante un rival que prácticamente se colgó del travesaño, era el momento de asumir riesgos (más teniendo recursos para hacerlo) y posicionarse más adelante en el campo de juego. Dejar de lado los cuatro defensores, para pararse con tres abajo, y ubicar más jugadores de "buen pie" en el medio. Pero el temor paraliza, y Pachorra tardó más de 70 minutos en realizar modificaciones.
El verdadero problema no es lo que suceda con Argentina, que de hecho con mucha suerte y Lionel Messi puede llegar a ser campeón del mundo, lo trágico es la enseñanza que nos queda. No importan las formas, no importa planificar y sostener una idea, lo único que importa es ser oportuno, ganar con poquito, sin brillar. Con lo justo, como los mediocres, como pregona Sabella, como pregona Bilardo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MENOTISTA
