El partido volvió a dar muestras de que hoy alcanza con Messi. El enano aparece una o dos veces y te ajusta cualquier imperfecto. El problema es que sigue sin haber certezas en defensa, el medio está claramente descompensado y arriba, Agüero e Higuaín, están muy por debajo de su nivel.
¿Qué hacer? ¡Qué pregunta! Por empezar, se empieza a ver una de las fallas de raíz de la era Sabella: la falta de un enlace. Si para Sabella Román estaba viejo, ok. ¿Por qué no haberle dado una chance seria a Pastore o D´Alessandro? Si algo le falta a este equipo es orden. Con un 10 definido Messi podría flotar cerca del área con el delantero que sea a su lado. Y Di María y Maxi podrían haber hecho las bandas.
Pero dejemos de lado los imposibles. Están los que están. Y la opción más seria para unir el medio con los de arriba es Gago. No es armador y no pasa por un gran momento, pero como dijimos recién: es lo que hay. La lesión de Agüero quizás simplifique el problema: Sale uno de arriba y sumamos un volante derecho para formar un 4-4-2. El cuarto volante es el equilibrio que está haciendo falta.
Siguiendo el librito de la escuela bianchista, no podemos dejar de mencionar la falta de actitud de varios jugadores, hay cierto dejo de displicencia que no puede existir en un grupo que quiere ser campeón del mundo. Y por último, la falta de presión. Argentina deja venir al rival, y esto es algo que antes no pasaba en la Selección y que es fundamental en cualquier esquema y más en un equipo que cuando se le acercan al área sufre y mucho.
Messi demostró que es un fenómeno y que te gana partidos, pero difícilmente gane campeonatos. Nadie en este plantel se puede poner el equipo al hombro. Para levantar la Copa necesitamos un esquema equilibrado.
La escuela de Sabella comparte una virtud indispensable para el bianchismo, que es el pragmatismo. Esperemos que siga haciendo uso de esa virtud y empecemos a ver un equipo sólido de una buena vez.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BIANCHISTA
