El árbitro de un partido de fútbol (cuando decimos árbitro hablamos de aquel hombre que, a diferencia de su marido, puede sostener el pito durante 90 minutos) posee en su poder 2 tipos de tarjetas: una amarilla y una roja. Estas tarjetas no tienen banda magnética ni sirven para comprar en cuotas esa planchita para el pelo que funciona en base a iones y cationes hiperventilados.
En cambio, sirven para castigar a aquellos jugadores que realizan acciones de juego brusco o bien no respetan las reglas del fair play. ¿De qué manera? El referí, ante una falta violenta o un exabrupto, extiende la tarjeta en el aire con un gesto ampuloso. Es menester dejar en claro que cuando el juez extiende la tarjeta no significa que brinda una extensión para que el jugador gaste con ella una fortuna en ropa que luego no usará porque lo hace ver gordo, sino que la muestra para que el jugador y el público asistente pueda darse por enterado de que fue sancionado.
Como podrán imaginar, existen varios tipos de tarjetas. La amarilla se utiliza para faltas reiteradas, por ejemplo, y no es un orgullo tener una ya que no tiene ningún tipo de relación con la tarjeta gold que emiten los bancos. Las tarjetas amarillas no son doradas ni tampoco brindan prestigio ni status, y se llaman simplemente amarillas: en ningún caso se diferencian por “amarillo limón”, “amarillo patito”, “amarillo vainilla”, ni otra variación cromática que solo entienden las mujeres y los hombres amanerados. Son básicamente, un apercibimiento. No hace falta que googlee ahora, estimada, en otra entrega explicaremos lo que significa “apercibimiento”.
Al igual que dos pendejas de veinticinco forman una cincuentona insufrible, es importante decir que dos tarjetas amarillas equivalen a una tarjeta roja. ¿Cómo es esto? Matemática pura: si un jugador amonestado reincide en una falta, será sancionado con una tarjeta roja, lo que significará la expulsión del partido y la ausencia en el próximo cotejo. Aunque no combinen y usted nunca use esos colores juntos en una remerita, la segunda amarilla siempre va acompañada del rojo. Aclaración para la mujer concheta: coloradas son las bolas cuando se paspan, las tarjetas son rojas.
Por último, es fundamental dejar en claro que un participante puede recibir una tarjeta roja sin haber recibido una amarilla previamente, ya sea por golpear con violencia a un rival, o tocar la pelota o el culo de la secretaria, en ambos casos con la mano.
Ahora pasemos al trabajo práctico para ver si se entendió el concepto.
Trabajo práctico
Responda verdadero, falso, no entendí la pregunta, o no entendí nada:
1) Si Maxi López insulta a Wanda Nara, Mauro Icardi puede sancionarlo con su Visa Platinum.
2) Si un equipo pierde por 10 goles, existe una tarjeta que le hace el 25% de descuento para que pierda por menos.
3) ¿Cómo se dice correctamente? ¿”Amonestar” o “Amolestar”?
4) Ante una falta grave o insulto, el juez puede sacarme una tarjeta.
5) Para San Valentín le exijo a mi marido que me envíe una tarjeta con pelotudeces para sentirme querida al menos un día al año.
