Querido diario:
¡¡Qué partido ganamos!! Jugamos contra un equipo complicadísimo pero por suerte pudimos sacarlo adelante. Irán defendía con los 10 jugadores de campo, y eso siempre es respetable. Pero nosotros tenemos al as de espadas, al talento, al distinto, a un tipo que te define los partidos con su juego: ¡Marcos Rojo! ¡Qué partido que jugó! Le voy a preguntar a Camino si después del Mundial podemos retirar la camiseta 16 en homenaje a Marquitos. Ay… me emocioné...
Impresionante lo de Messi. Armó la táctica, dio la charla técnica, hizo el gol... Si le logro enseñar el himno ya me podría volver a La Plata. La verdad que cuando vi que la pelota tocó la red me pegué un julepe bárbaro. Temía que los barbudos fundamentalistas iraníes lo agarren de las patas y se lo claven en el pecho a Garay y Fernández, mis dos torres. Por suerte no sucedió y es algo que me alegra. Eso sí: si después de Bosnia le regalé una bolsa de chupetines, ahora me la voy a jugar y le voy a comprar un cuadernito para colorear y unos crayones. ¡Se va a poner como loco de contento! Hay que seguir igual, mimándolo, cuidándolo, porque si le pasa algo… armamos las valijas y volvemos todos. Para hacer el ridículo ya fue suficiente con España.
Igual, como quien dice, estoy preocupado. Si contra Irán nos la vimos negra, no me quiero imaginar lo que puede llegar a ser con los nigerianos. A mí me gustaría poner a Kolašinac desde el arranque. Contra Bosnia hizo el gol a los dos minutos. Nos simplificó el partido. Mañana, mientras le tiendo la cama a Lío, le voy a preguntar qué piensa hacer con el equipo. Aunque no me quiero meter a opinar mucho, siempre es bueno respetar las decisiones del técnico.
El que me dejó preocupado es Bilardo. Me parece que no le gustó el equipo. Ayer le pregunté si no veía desbalanceado al mediocampo, y me contestó: “¡Nos ganó Camerún, Diego! ¡Camerún! ¡Si perdemos contra Rusia, le pagamos un paracaídas al piloto y manejo yo el avión hasta que nos estrellemos!”. La verdad que no comprendí mucho su analogía, pero se lo veía enojado.
Otra de las cosas que tengo que hacer es hablar con Lavezzi. Contra Nigeria el control antidoping siempre nos complicó. Con Bilardo, Camino y Gugnali ya hicimos una vaquita, mañana lo subimos a un crucero 7 días / 6 noches para que no haya problemas. Total, por lo que está jugando, es más o menos lo mismo. Ni que fuera Carrillo.
Bueh… Me voy a una agencia de turismo que hay a la vuelta del hotel a ver qué consigo.