Quedan para el recuerdo las tardes y noches gloriosas con triunfos rutilantes ante todos los rivales que se nos cruzaron en el camino, y queda también este triste presente en lo institucional que nos arrastró a este previsible final con el descenso tras una cadena de horrores.
Hay mucha tarea para llevar adelante y también una oportunidad inmediata de volver, a raíz de este ridículo torneo de 30 equipos que otorgará 10 ascensos en solo seis meses. El problema que más nos afecta es la vorágine con la que hay que resolver las cosas, no hay demasiado tiempo y tenemos que acomodar todas las fichas. Llegan tiempos de cambios, de toma de decisiones y de una vez por todas tener un club ordenado y que no pretenda correr cuando apenas sabe caminar.
Tenemos que volver a ser el All Boys que llegó a Primera manteniendo firmes las ideas de humildad, trabajo y sacrificio por sobre cualquier otra cosa; esa es la manera que conocemos y que dio sus frutos. Hay que potenciar lo bueno y aprender de todo la malo para que no se repita.
Conociendo todo lo malo que sucedió y que semana a semana fuimos contando desde el año pasado, hay que rescatar dentro de ese panorama los nombres que fueron apareciendo desde abajo, los pibes que en un momento tremendo pusieron el pecho y fueron sumando partidos, roce de primera, y genera buenas expectativas de cara a lo que viene. Chicos como Arciero, Di Plácido, Calleri, Paz, fueron los más destacados y puede ser que algunos de ellos busquen nuevos horizontes.
A barajar y dar de nuevo, y si nos ordenamos, volvemos más rápido de lo que habíamos pensado.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO
